San Francisco está desapareciendo poco a poco y lo peor es que ningún hombre puede hacer nada, solo Dios”.
Así lo advierte Laura María Castilla, una ama de casa que se gana la vida haciendo aseo donde la contraten y quien asegura que en los últimos días más de doscientas casas han resultado agrietadas. En esas viviendas, que pueden derrumbarse en cualquier momento, aún viven personas porque no tienen a dónde ir”.
Laura advierte que las viviendas de la calle Los Fundadores, La 55 y otras, muy cercanas a la carretera principal de San Francisco comenzaron a agrietarse a plena luz del día. “Yo sentí un sonido raro que salió de las paredes y pude notar como aparecían grietas en la sala y los cuartos”, dijo la mujer.
Cuenta que lo mismo le pasó a la casa del vecino y así sucesivamente a las demás viviendas de su calle. Por eso está mujer confiesa que cree que el barrio va a desaparecer y muchas personas podrían morir si las grietas aumentan de tamaño, como ocurre diariamente..
“Yo creo que esto es un castigo de Dios porque en San Francisco hay pocos creyentes, mientras que crece la perversión”, señala Laura.
Lo cierto es que estas casas agrietadas no están incluidas en el censo que el Distrito levantó en noviembre pasado cuando se determinó que 350 familias debían abandonar el barrio para evitar que sus casas los sepultaran vivos. La Alcaldía entregó casas nuevas en Ciudad Bicentenario a 135 de estas familias y el resto abandonó sus viviendas y esperan que se cumplan trámites para que les entreguen sus casas nuevas, pues es claro que no volverán a ese barrio.
“Nadie esperaba esto”
Aunque funcionarios del Distrito han advertido que una falla geológica afecta el terreno de la loma de San Francisco, sus habitantes no entienden porqué todo se ha presentado de un momento a otro.
Hay quienes dicen que una fuga en una tubería de agua ha causado los problemas que han desestabilizado el suelo. Pero otros señalan que el problema fue detectado hace tiempo y no se tomaron los correctivos. Advierten que la humedad del terreno ha causado todo el daño.
“Nosotros habitamos estas casas desde hace casi 50 años y nunca había pasado algo así. Sabíamos que las casas que entregó el extinto Instituto de Crédito Territorial (ICT) en las lomas de San Francisco, se agrietaban con facilidad, pero a las de acá abajo no les pasaba nada. Sin embargo, estamos viviendo asustados porque cada día las grietas se han más grandes y ya se han caído las paredes de muchas casas. El Distrito ha determinado que muchas familias se muden, pero uno no tiene recursos para abandonar su casa así como así”, señala Víctoria Barrios, una ama de casa de la calle Los Fundadores.
El llanto de Marfa
Marfa Martínez, quien ha sufrido dos derrames cerebrales y una parálisis facial en los últimos años, es recordada en San Francisco como una mujer activa, que siempre luchó por los intereses colectivos.
Hoy a causa de sus enfermedades ha perdido el habla y camina con dificultad. Es un ser silente que la vida la enfrenta a otra calamidad. Su casa se está cayendo a pedazos, y es poco lo que se puede hacer porque cada día, a causa de las grietas y el debilitamiento de las paredes, es más peligroso vivir allí.
Marfa llora de día y de noche, quizá por sentirse impotente y porque sabe que ni ella, ni su hija, Rosa Amelia Teherán Martínez, ni sus nietos, tienen a donde ir.
“Ella se la pasa triste porque ve que su casa se está cayendo y nadie puede evitarlo”, dice su hija Rosa Amelia, quien pide al Distrito les ayude en algo.
“Nosotros no queremos pasar la Navidad en esta casa por el peligro que representa. Los adultos no dormimos, cuidándole el sueño a los menores”, recalca la mujer.
“Aquí cada uno tiene su propia tragedia. Mientras que en mi casa de han caído varias paredes y un cuarto, a la vecina se le desplomó un lado de su vivienda”, dice Rosa Amelia, mientras Marfa, su madre, llora y señala con el dedo índice derecho la última grieta que apareció ayer en la pared de la cocina. Sus sollozos aumentan y la escena se hace más triste.
Nuevo censo
La Alcaldía de Cartagena informó ayer que trabaja en nuevos censos y verificaciones en el barrio de San Francisco, luego de advertir la aparición de nuevas grietas en el suelo, pese al cese de las lluvias y más de una semana de sol intenso.
La Secretaría del Interior, a través de la Oficina de Atención y Prevención a Desastres registró 40 casas en la calle de Los Fundadores que ya se encuentran en situación de riesgo, cuando en el censo inicial del mes de noviembre sólo 3 de 20, se habían certificado en nivel de riesgo alto.
“El trabajo de la Administración Distrital se seguirá haciendo casa a casa, atendiendo personalmente las inquietudes de la comunidad, tal como lo hemos hecho hasta el momento. La situación de este barrio está siendo manejada bajo la categoría de desastre, y todo el equipo de la Alcaldía trabaja para darle solución efectiva a lo que está ocurriendo”, comentó la secretaria del Interior, Sindis Meza Pineda.
“La celeridad con la que ha enfrentado la Administración Distrital la situación en San Francisco al entregar 135 viviendas en Ciudad Bicentenario, de un estimado de 200 casas con pérdida total en el sector de Lomas de San Francisco se ha mantenido durante todo el mes”, dijo.
Además de preparar la entrega de una segunda tanda de casas para las 77 familias restantes, ahora un equipo de la Oficina de Atención y Prevención a Desastres realiza un censo técnico en cada una de las calles de San Francisco, por lo que se estima que el número de viviendas en riesgo ascienda considerablemente, dadas las condiciones del terreno.
En ese sentido, paralelo al censo y certificación de riesgo, se trabaja en la actualización de datos, entrega de minutas de posesión o documento que acredite la propiedad de la vivienda, e inmediatamente el contrato de arriendo de la vivienda donde se trasladará, y fotocopia del documento de identidad de los integrantes de la familia.
Así mismo, la Secretaría de Infraestructura contrató por $76 millones un nuevo estudio para conocer en detalle la situación del sector, dada el consejo de expertos en suelo que advirtieron una licuefacción en el terreno producto de las últimas lluvias y la presencia de fugas de agua que por años han afectado el suelo, y que ahora, con el sol, igualmente se manifestará en grietas.
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