Cartagena de Indias rindió tributo a la memoria de Juan Pablo II y Juan XXIII, los dos nuevos santos de la Iglesia Católica, cuya canonización se cumplió ayer en El Vaticano.
Esta ciudad, que recuerda especialmente a Juan Pablo II por la visita que el hoy santo realizó entre el 6 y 7 de julio de 1986, amaneció alborozada, sobre todo entre aquellos que tuvieron la oportunidad de conocer en persona al prelado que hoy ascendió a los altares, en una ceremonia histórico presidida por dos papas: Francisco y Benedicto XV. Este último hoy ostenta el cargo de papa emérito.
Conocer a Juan Pablo II fue, para muchas personas, una experiencia inigualable que marcó vidas, tal como lo dijo a este medio hace algunos días el hoy personero de Cartagena, William Matson Ospino, sobrino del entonces gobernador de Bolívar, Arturo Matson Figueroa, quien, junto con Hans Gerdts Martínez, el alcalde de la época, recibió al Papa en el aeropuerto Rafael Núñez.
MISA Y BENDICIÓN DE ESTATUA
Para unirse a la alegría de la Iglesia universal, la Arquidiócesis de Cartagena programó una eucaristía de acción de gracias, presidida por el obispo emérito, monseñor Carlos José Ruiseco Vieira, y a la que asistieron fieles católicos y personalidades de la ciudad que de una u otra forma estuvieron vinculados a la programación especial que se preparó para exaltar al nuevo santo. Monseñor Ruiseco, para la época de la visita de Juan Pablo II a Cartagena, era el arzobispo de Cartagena.
Concluida la santa eucaristía, se bendijo la estatua de Juan Pablo II, construida por el artista Julio Alberto Páez, más conocido como Papeto, y quien falleciera en el 2012.
La estatua está ubicada detrás de la Catedral Santa Catalina de Alejandría, esquina de la calle del Arzobispado y para su elaboración, además de la ayuda de Papeto, se contó con la colaboración de Ecopetrol, Fundación de Puertos de Cartagena, TCC, el Concurso Nacional de Belleza y la Arquidiócesis de Cartagena.
De esa forma, se perpetúa en Cartagena la presencia de Juan Pablo II, el papa viajero, y nuevo intercesor de los fieles ante el Todopoderoso.
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