Ni la temporada turística ha parado la ola de construcciones ilegales que se siguen levantando en la zona de bajamar de Playa Blanca.
Aunque en marzo pasado el Distrito, en cabeza de la alcaldesa (e) de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, Yolanda Wong Baldiris, y con el respaldo de la Secretaría del Interior, la Dimar y uniformados de la Policía, desmontó varias estructuras que no cumplían con lo establecido en la ley, en especial con la ocupación del espacio público, solo bastaron tres meses para que los constructores continuaran con sus obras de hostales y cabañas.
En un recorrido hecho por El Universal a lo largo de los 2 kilómetros del balneario de Playa Blanca, se notó que son 35 las megaestructuras que están en bajamar, la mayoría de estas en un sector conocido como Playa Tranquila. Además, una gran parte de estos negocios tiene salida en su parte trasera a una zona de mangles, lo que deteriora este ecosistema.
10 desmontes
Al consultarle a la alcaldesa (e) de la Localidad 1 sobre las intervenciones hechas a estas construcciones, el balance que entregó fue que desde marzo pasado son 10 los desmontes de megaestructuras que ha hecho el Distrito.
“Hemos desmontado 10 hostales y cabañas, la mayoría de estos porque han sido construidos con mangle rojo, cuya tala está prohibida. Desde el Distrito se ha continuado con un seguimiento estricto, pero no es posible dar información detallada porque esto hace parte de una investigación que se está adelantando.
“Aquí lo importante es que seguiremos poniendo en cintura a todas las personas que construyan en el sector de bajamar”, dijo Yolanda Wong Baldiris.
Pese a esto, al preguntarle a varios nativos, ellos aseguraron que el Distrito desde el desmonte de marzo no ha hecho ningún control y que por el contrario son cada vez más las cabañas que se construyen en las narices de las autoridades.
Una prueba de esto es la edificación de un hostal de dos pisos al final del balneario y la adecuación de unas cabañas, obra en la que colabora un menor de edad, quien manipula herramientas peligrosas como lo es una sierra eléctrica.
Con registro mercantil
Por otro lado, la mayoría de los negocios en bajamar tienen registros mercantiles expedidos por la Cámara de Comercio, los cuales no cuentan con la nomenclatura específica para cumplir con este requisito.
La mayoría de estos documentos son emitidos por la entidad con la dirección ‘Barú, sector Playa Blanca’ y no tienen una nomenclatura exacta donde, por ejemplo, se puedan hacer notificaciones.
Respecto a esto, María Claudia Páez, presidenta de la Cámara de Comercio, aseguró que desde la entidad tienen la obligación de expedir los registros mercantiles a quien los solicite, confiando en la información suministrada por los ciudadanos.
“Cuando las personas van a la Cámara de Comercio nosotros partimos de la buena fe de la información que nos están entregando. Si alguien registra una dirección, que puede ser la de su casa o cualquier otra, no exactamente que diga Playa Blanca, nosotros podemos otorgar un registro mercantil.
“Antes del 2017, y tras indicaciones del Distrito, muchas personas se registraban incluso estando en el espacio público y nosotros lo estábamos aceptando. Quiero aclarar que esto no está en contra de la ley, pero hemos empezado a tomar algunas acciones para que esto no se siga repitiendo. Es posible que estos establecimientos hayan solicitado el registro desde antes del 2017 e incluso le hayamos dado la viabilidad”, dijo la presidenta.
Por último, Páez enfatizó que como presidenta de la Cámara de Comercio no tiene la competencia de cancelar ningún registro mercantil, salvo que se dé un trámite administrativo o judicial.
Cabe resaltar que la inspección, vigilancia y control urbano de estos negocios en bajamar no es competencia de la Cámara de Comercio, sino única y exclusivamente de la Alcaldía y a partir de este año, con la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía y Convivencia Ciudadana, de los inspectores de Policía.
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