Camping real en la víspera de la boda de Guillermo y Kate

Rachel Huddleston, de 19 años, intenta con dificultades montar su tienda de campaña. Esta estudiante estadounidense forma parte de los cientos de personas que se instalaron este jueves en “Camping Royal”, improvisado en un parque de Londres en la víspera de la boda real. 
“No estamos realmente en nuestro elemento habitual” admite la joven, luchando con su tienda, que por enésima vez se lleva el viento que sopla sobre Clapham Common, transformado durante tres días en una alternativa barata a los muy caros hoteles del centro de la ciudad. 
Pero la “boda del siglo” del viernes entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton bien merece algunos sacrificios. 
“Son tan adorables, es un cuento de hadas” afirma. “Y luego está toda esa gente llegada de todo el mundo, que se congrega por la misma razón”. 
Con su amiga Michelle Knapik, de 20 años, Rachel espera hacerse nuevos amigos. “Nuestra tienda tiene tres plazas, de manera que encontraremos un amigo. A lo mejor alguien que pueda prestarnos un martillo”, sonríe. 
Un poco más lejos, Lisa Harrison aprovecha del sol en una tumbona. Lleva un jersey hecho por ella, en el que aparecen los nombres de Guillermo y Kate, alrededor de un corazón, y una reproducción de plástico de la alianza de Kate. 
“Parece de verdad, ¿no?” bromea esta inglesa de 27 años. 
Su pareja, Dennis Hunt, también de 27 años, dice querer formar parte de este “ambiente de festival”, para decir: “yo estuve ahí”. 
Lo mismo piensa Andrew Kingsley-Tubbs, de 52 años, que viene del sudoeste de Inglaterra. “En lugar de quedarme en casa, y verlo por televisión, he preferido estar aquí y divertirme”, asegura. 
Sin embargo, Clapham Common no está exactamente situado al lado de la abadía de Westminster, donde se celebrará la ceremonia, a unos cinco kilómetros de distancia hacia el sur. 
Además, este inmenso espacio natural, muy apreciado durante el día por las familias británicas, tiene una mala reputación al convertirse en un lugar de encuentro entre homosexuales cuando cae la noche. 
Para embellecerlo, “Camping Royal” fue llenado de coloridas banderas, y equipado con duchas y baños. Para el viernes, los organizadores prevén una gran fiesta, con una pantalla gigante para seguir en directo la boda. 
Zane Lawrence vive en el barrio. Pese a todo, pagó 75 libras (125 dólares, 85 euros) para acampar tres noches en el Common. 
Su novia Stephanie Yeo acampa por la primera vez en su vida. La joven mira con envidia las cinco tiendas de “lujo” instaladas en el otro lado del campamento. 
Por la 'módica' suma de 3.500 libras (5.800 dólares, 4.000 euros) por tres noches, esas tiendas ofrecen camas de verdad, baños bien equipados y hasta alfombras de piel de cordero, así como champán y comida caliente. Las cinco han sido alquiladas, según los organizadores.