Obama, el hombre de la Cumbre

Si los asistentes al auditorio Getsemaní pudieron votar en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, seguramente el presidente Barack Obama obtendría una buena cantidad de votos para su reelección.
Así se colige por el atronador aplauso que se le dio al mandatario de los estadounidenses cuando este hizo su entrada al auditorio del Centro de Convenciones Julio César Turbay Ayala de Cartagena de Indias, donde se realizó el acto inaugural de la VI Cumbre de las Américas.
Obama, que ha demostrado en Cartagena lo que ya se sabía: que es una persona muy carismática, ha arrancado aplausos en los diferentes lugares a donde ha llegado.
En el Centro de Convenciones solo fue superado en aplausos por Juan Manuel Santos, presidente de Colombia y anfitrión del certamen hemisférico más importante que se esté realizando en el mundo, y quien hizo valer su lugar de “dueño de patio”.

EL HOMBRE ELEGANTE
El carisma de Barack Obama es apoyado por su elegancia al caminar.
No se sabe si es por el poder que ostenta, pero la seguridad en cada paso que da lo  distingue de otros mandatarios, a quienes, a pesar de ir acompañados de sus esposas, se les vio un tanto nerviosos caminando por la alfombra roja que los condujo desde la explanada del Centro de Convenciones al interior de este, donde eran esperados por el presidente Juan Manuel Santos y su señora, María Clemencia Rodríguez.
A Obama también se le vio sin corbata, lo cual contrastó con otros mandatarios que asistieron a la ceremonia inaugural con traje entero.
Pocos, como el presidente de Bolivia, Evo Morales; y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, no usaron esta clase de vestimenta. Evo usa su ropa acostumbrada a la usanza indígena, y Maduro usa camisa guayabera.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, y de Honduras, Porfirio Lobo, también lucieron de guayabera 
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, usó camisa azul celeste (por dentro) pantalón color caqui y zapatos color marrón. Juntos hicieron un buen conjunto. Santos una vez más demostró que  no es amante de las guayaberas.
Barack Obama, el “hombre de la Cumbre”, lució una camisa blanca, pantalón y zapatos marrón y chaqueta negra. En la solapa de su chaqueta llevaba un prendedor con la bandera de su país y las canas que comenzaron a salir en su cabeza brillaban bajo el sol cartagenero.
Ese conjunto y su permanente sonrisa de verdad que lo hacen un hombre muy carismático y hasta…; atractivo.