Una noche sublime con Plácido Domingo

Noche privilegiada bajo la luna llena de Cartagena de Indias. La voz del tenor español Plácido Domingo logró estremecer durante dos horas a miles de amantes de su música en el Camellón de los Mártires. Voz versátil que se ha mantenido en el tiempo en más de tres mil trescientas conciertos, y cuyos matices logra registros espléndidos, de un lirismo profundo y conmovedor, lo mismo para interpretar la música barroca, las óperas y las canciones populares de América. El concierto histórico de anoche, incluyó dieciseis composiciones, entre óperas, zarzuelas, romanzas, boleros, una sorpresa final: “Una noche en Cartagena”, de Jaime R. Echavarría. El programa abarcó obras de Berlioz, Massenet, Pablo Sorozábal: “La tabernera del puerto”), Richard Rodgers “Some Enchanted Evening”, Franz Lehar “El país de la sonrisas”, “El dúo de las cerezas”, del segundo acto de la ópera L’amico Fritz de Pietro Mascagni; la zarzuela de Pablo Luna De España vengo/El niño judío”; la zarzuela de Federico Moreno “Amor, vida de mi vida”, el bolero “Bésame mucho”, de Consuelo Velásquez, el tango de Carlos Gardel: “El día que me quieras”, el bolero “Muñequita linda”, de María Grever; el bolero “Granada”, de Agustín Lara; “Una noche en Cartagena”, de Jaime R. Echavarría, entre otras. Una revelación de Cartagena de Indias para el país y el mundo fue la calidad interpretativa de los setenta muchachos de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Comfenalco que acompañaron a lo largo de todo el concierto a Plácido Domingo. El público se puso de pie a aplaudir cuando el tenor Plácido Domingo se refirió a la Filarmónica Juvenil de Comfenalco como el fruto “de un trabajo fantástico el que se ha venido haciendo en Cartagena”. Recordó que estos muchachos son un ejemplo de la educación musical que se fomenta en la ciudad, a través del estímulo y fomento en el aula escolar en Comfenalco. “Creo que la educación musical debe empezar con los niños de manera divertida, como si estuvieran jugando”. La mayoría de los que tocaron anoche tienen edades entre los 13 y 16 años, pero la educación empieza en Comfenalco a los 11 años. Se lucieron con méritos ante el tenor Plácido Domingo y la soprano lírica puertorriqueña Ana María Martínez. En los últimos tres días la Filarmónica Juvenil de Comfenalco tuvo el privilegio fenomenal de ser dirigido por el maestro norteamericano Eugene Kohn, pianista y director de orquesta, cuyo piano ha acompañado a las estrellas de la ópera como María Callas, Franco Corelli, Renata Tebaldi, Luciano Pavarotti, entre otros. En el ensayo último de ayer, dos horas antes de empezar el concierto, Eugene Kohn les decía a los jóvenes con emocionada convicción que aprovecharan esa oportunidad inmensa que se les había presentado y que dieran lo mejor de ellos mismos, con alegría y entusiasmo, siguiendo la partitura. Fue una tarea exitosa y un desafío gigantesca iniciado el 24 de agosto, apenas supieron que eran los elegidos de este concierto inolvidable. En el ensayo irrumpió como una presencia mágica el nieto del tenor, Alvaro Domingo, de 2 años, con unas batutas diminutas que elevaba al aire como si estuviera dirigiendo la orquesta. La otra inmensa estrella de la noche fue la soprano Ana María Martínez, ganadora del premio Grammy por su álbum "Ana María Martínez: Soprano Songs and Arias", grabado con la orquesta Filarmónica de Praga. Acompañaron al tenor en la canción sorpresa de la noche dedicada a la ciudad, el Coro Cantores de Cartagena. En la plenitud de la noche el tenor exaltó el esplendor de Cartagena de Indias como una ciudad incomparable y dijo estar “encantado en esta mágica ciudad”. En el rostro de Plácido Domingo había emoción suprema y comunión con unas letras llenas de pasión y elevado lirismo.