Sociales


Yamil Bajaire Villa

EL UNIVERSAL

30 de agosto de 2010 12:01 AM

El paso de los días que ya suman 30, no son suficientes para mitigar el vacío de la ausencia que dejó la partida definitiva de Yamil Bajaire Villa, en el seno de su familia. Un hombre que sin proponérselo se fue convirtiendo en el patriarca de una familia que hoy recoge las banderas de su legado y lleva con responsabilidad, nobleza y orgullo el apellido Bajaire. Fue el mayor de 12 hermanos, padre de ocho hijos y abuelo de 14 nietos. Esa condición de hijo primogénito en el seno de una numerosa familia le enseñó a compartir sin egoísmos, a valorar lo que se logra con el trabajo honrado y a disfrutar de la compañía de los demás independiente de la edad y las aficiones. Metódico y ordenado hizo del ejercicio de la medicina un verdadero templo al trabajo dedicado, manteniendo con calidad e indiscutible verticalidad el buen nombre del Laboratorio Clínico que fundó 64 años atrás, cuando en la Plaza de Santo Domingo, animado por dos de sus colegas, el cardiólogo Ramón Paz Franco y el otorrinolaringólogo, Guillermo Pérez Sotomayor, abrió el primer local. Nunca dejó de madrugar, ni de acompañar con sus sabios consejos, a sus hijos Liliam y Javier que siguieron sus pasos en el ejercicio de la bacteriología, y con quienes compartió hasta el final de sus días sus conocimientos y experiencias. Fueron muchos también los que se beneficiaron de su ojo clínico y agudeza diagnóstica para recuperar a tiempo la salud o prevenir enfermedades de cuidado como la diabetes, mientras centenares se beneficiaron de su solidaridad y gran corazón. Fue con su entrañable amigo, el doctor Hernando Espinosa París, y otros colegas, los fundadores del Hospital Bocagrande. A tres de sus nietos, Yesid, Ana María y Laura que hoy incursionan por los senderos de la medicina, no dejó de inculcarles la importancia de la ética médica y enseñarles los sabios consejos de su libro de cabecera “El evangelio de la bondad”, de Alex Munthe. Al lado de su esposa, Mariana Morad, cómplice, compañera de sueños y realizaciones vivió los 59 mejores años de su vida. Juntos educaron en el amor y en la unidad de familia a sus hijos, y a los hijos de estos a los que solía arrullar al son de su bolero preferido “Luna dile que la quiero”. Los que lo conocieron de cerca lo recuerdan como un padre ejemplar, un hombre íntegro, de principios, de extrema prudencia, que vivió para hacer el bien, para proteger a su familia y para disfrutar las cosas buenas que la vida le propinó. El Universal expresa su sentida nota de condolencia a su esposa Mariana, a sus hijos Martha, Yamil, Liliam, Javier, Karen, Gina, Sandra e Irina, a sus nietos, hermanos y demás familiares e invita a la misa de mes, que en su memoria las voluntarias de la Liga de Lucha Contra el Cáncer ofrecen hoy, a las cuatro p.m., en la Iglesia del Perpetuo Socorro de Bocagrande.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS