40 años de prisión para general(r) Jaime Uscátegui por masacre de Mapiripán

El Tribunal Superior de Bogotá condenó al general en retiro Jaime Humberto Uscátegui Ramírez a 40 años de prisión por haberse aliado con paramilitares y permitir la masacre de Mapiripán (Meta), que dejó 49 muertos en julio de 1997. También se libró orden de captura contra el militar para que cumpla la pena. Según el Tribunal, no hay duda alguna de que “existió una conspiración entre el grupo de las AUC y miembros del Ejército regular, lo cual permite colegir, la existencia de órdenes y contraórdenes de autoridad al interior del estamento militar (…;) hubo una clara división de un trabajo criminal acordado desde su ideación”. El general en retiro fue condenado, en segunda instancia, como coautor de los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con los de secuestro agravado, y falsedad material en documento público por parte de funcionario. Además, deberá pagar una multa de diez millones de pesos para reparar a las víctimas. NO CUMPLIÓ CON SU DEBER Uscátegui Ramírez fue acusado de dejar en absoluto desamparo a los habitantes de Mapiripán, ya que tuvo conocimiento de la presencia de los paramilitares en esa zona y de la ejecución de los despiadados actos y no hicieron nada por evitar o frenar las acciones de dicho grupo. El Tribunal sustentó su decisión señalando que él y otros militares involucrados habrían incurrido cuando menos en una omisión impropia o conducta de comisión por omisión, ya que “tenían el deber jurídico de impedir el resultado, no evitarlo, y pudiendo hacerlo, equivale a producirlo”. Señaló que “parece mentira que las AUC permanecieran en esa población entre el 15 y el 20 de julio de 1997, cometiendo los sangrientos e inhumanos hechos, ante la contemplación impasible de las autoridades militares que supieron de su presencia desde el primer día”. Dentro del proceso se destaca, que durante los cinco días en que las AUC permanecieron y sembraron el terror en sus habitantes, estos estuvieron en completo abandono por parte de las autoridades del Estado. Por esta razón, la propia Fiscalía dedujo responsabilidad penal al entonces Brigadier General del Ejército Jaime Humberto Uscátegui Ramírez, quien se desempeñaba como Comandante de la VII Brigada, con sede en Villavicencio, y a Hernán Orozco Castro quien para la época era el comandante encargado del Batallón de Infantería Joaquín París (en adelante BIPAR) radicado en San José del Guaviare, siendo vinculados al proceso judicial en el 2003, seis años después de los hechos. PRUEBA CLAVE La prueba que quizá tuvo más peso dentro de la investigación fue la que evidenció cómo el 12 de julio de 1997, en el aeropuerto de San José del Guaviare, aterrizan los aviones comerciales transportando el indeterminado número de paramilitares o miembros de las Auc, sin que fueran supervisados por las unidades militares que se encontraban allí. A estos militares les correspondía la vigilancia y requisa de aeronaves y pasajeros, como a lo largo de los varios retenes militares en el trayecto al municipio de Mapiripán. Para los magistrados del Tribunal, está claro que “de no ser por esa cooperación, las tropas de los armados ilegales no habrían logrado acceder a la indefensa población de Mapiripán y menos someterla en la forma como lo hicieron”. LA DEFENSA Según la defensa de Uscátegui Ramírez, “él fue quien puso en descubierto lo que realmente sucedió en Mapiripán y condenarlo sería injusto, pues es una víctima más de lo acontecido en la mentada población”. En la sentencia, en primera instancia, se consideró que no quedó demostrada la competencia de jurisdicción y mando de la VII Brigada (cuyo comandante era Uscátegui) sobre el Batallón de Infantería Joaquín París (BIPAR), por lo que no puede hallársele responsable del delito al hoy general en retiro.