Luis Herrera Mosquera, de 27 años, está conectado todavía al aparato que drena fluido de su pulmón izquierdo, el mismo que recibió una violenta puñalada en medio de una riña entre reclusos de la Cárcel de Ternera.
“Yo estaba durmiendo cuando sentí un ruido. Eran unos compañeros míos que estaban peleando en el pasillo, cuando vi la multitud yo corrí y me caí. Se me acercaron y me dieron cinco puñaladas porque era paisano de los que estaban peleando”, relata el recluso.
Se trata de un enfrentamiento entre un grupo de reos barranquilleros que la emprendieron contra internos cartageneros por el dominio de uno de los patios del interior del penal, en la que Luis Alberto llevó la peor parte cuando supuestamente intentaba calmar la pelea.
“Lo que dicen es que él se cayó y lo cogieron por delante por ser cartagenero. Pero el no corrió porque él no estaba peleando, no nos explicamos cómo en una cárcel pasan esas cosas”, Marta, una hermana.
La riña se originó la madrugada del miércoles y a Luis Alberto, además de las cinco puñaladas que le dieron con lozas de sanitarios, le pegaron con unas varillas en la cabeza y en todo cuerpo hasta dejarlo moribundo.
Una de las puñaladas las recibió en el pulmón izquierdo y quedó al borde de la muerte. Desde entonces lo trasladaron de la cárcel a la Clínica San Juan de Dios, donde fue intervenido quirúrgicamente y se está recuperando de las heridas.
“Los primeros tres días estuvo mal en cuidados intensivos, no podía moverse y le conectaron un poco de aparatos. Ya los médicos dicen que está mejor, nosotros lo que queremos es que no vuelva a la cárcel porque el día que le pasó eso precisamente le iban a hacer la audiencia para dejarlo libre”, reiteró Marta.
Luis Herrera quedó preso en noviembre pasado cuando fue capturado por atracar a una persona en Marbella. Desde entonces está preso y había llegado a un preacuerdo que lo llevaría a la libertad.
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