Antonio María Ballestas Ballestas, de 74 años, acostumbraba a preparar todas las tardes el café después de la siesta y compartirlo con su hermana Carmen, quien vive frente a su casa en la Loma del Uvital, en el barrio Paraíso de Turbaco.
Sin embargo, Ballestas nunca pensó que en una pequeña charla con su hermana se apagaría su vida de un golpe.
Y así sucedió. El viernes alrededor de las tres de la tarde, Antonio cruzó a la casa de Carmen a llevarle el café y se quedó intercambiando unas palabras con ellas cuando Daniel, un mecánico de motos bajó por la Loma del Uvital a gran velocidad y pegado al andén, según cuentan los testigos.
La moto impactó al anciano, lo arrojó a la calle, lo hizo rodar y se golpeó la parte de atrás de la cabeza.
Uno de los hijos del anciano lo auxilió inmediatamente y lo subió a un motocarro para llevarlo al Hospital Local de Turbaco a donde llegó sin signos vitales.
El hijo del difunto indicó que mientras lo conducían al Hospital, trató de reanimarlo llamándolo pero a mitad del camino, Antonio abrió los ojos como respondiendo al llamado, pero inmediatamente los cerró para siempre.
Antonio Ballestas era el padre de 5 hijos y vivía con tres de ellos en el barrio Paraíso. Era viudo y pensionado del Seguro Social.
Intentan lincharlo
El mecánico de motos, quien fue identificado sin más señas que el nombre de Daniel estuvo en el lugar de los hechos hasta el momento en que varias personas intentaron lincharlo por haber arrollado al anciano. Daniel intentó huir antes de que lo golpearan, pero justo transitaba una patrulla de policía por el lugar. Los uniformados interceptaron al joven y lo aseguraron por la agresión al hoy difunto.
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