Sucesos


Antioquia clama justicia ante cruel masacre

EL UNIVERSAL

09 de octubre de 2009 12:01 AM

No sólo dolor, también mucho miedo dejó sembrado en Yarumal el crimen de una madre de 33 años, sus tres niñas de 7, 5 y 4 años, y su sobrina de 17, en hechos ocurridos el miércoles en una vereda de esta población del norte de Antioquia. La mejor expresión de ese pánico, de creer que habrá más sucesos macabros como éste, la dio a Olga Sánchez, madre de la joven de 17 años, residente en la vereda Cordilleras, del corregimiento Cedeño, sitio de la masacre, quien pide a gritos que la saquen de allí porque teme por su vida y las de sus otros cuatro hijos. "Temo que después de ella siga yo, no me quiero quedar aquí, yo tengo un hijo de 18 años, otro de 12, otro de 4 y uno de 2 años, me da miedo por ellos, que me ayuden con una casita en el pueblo", clama esta señora en medio del llanto por el asesinato cruel de su hija, que además era su brazo derecho en la casa. La joven, hace tres años, sufrió fuertes golpes cuando, en momentos en que iba para el colegio, explotó una mina que le dejó como secuelas un tumor en un brazo y fuertes dolores de cabeza. "La iban a operar en noviembre y había empezado a estudiar, me ayudaba trabajando en casas, era una niña excelente y me la mataron", exclamó la señora, de muy escasos recursos, pues habita una humilde pieza en la vereda donde ocurrieron los hechos, en los límites entre Yarumal y Campamento. íJUSTICIA!, íJUSTICIA! Mientras ella pedía justicia y ayuda, en Yarumal el dolor partía corazones. No era para menos, pues fue una masacre cruel e inhumana. Según las primeras indagaciones basadas en la inspección de los cadáveres, hubo sevicia y no se tuvo consideración con las víctimas. La mayor de ellas, Dora Porras, de 33 años, y su sobrina de 17*, fueron asesinadas a cuchillo y por la espalda. Las otras víctimas*, de 7, 5 y 4 años, fueron ahogadas en un charco en el que se bañaban cuando fueron atacadas. Allí las halló la madre y abuela, Olga Sánchez: a las tres pequeñas flotando en el agua y a Dora y su sobrina a un lado del charco, en medio de mucha sangre. Para Pablo Ramírez, secretario de Gobierno de Yarumal, era difícil encontrar palabras para explicar los hechos. Se le quebraba la voz. "La investigación apenas avanza, es difícil dar una versión de lo que pudo pasar, aunque muchos apuntan que fue algo pasional, aún es aventurado decirlo", precisó el funcionario, quien calificó a las víctimas como una humilde familia campesina. Por el momento, se decidió que para hoy a las 11:00 a.m., en la Basílica Menor de Las Mercedes, de Yarumal, se programaron las exequias. El sepelio es colectivo. El múltiple crimen estremeció los corazones de esta población, que había venido sacudiéndose de una ola de violencia que la azotó fuerte a principios de este año y que ya suma 59 asesinatos, 8 de ellos de menores de edad. "El pueblo está triste, esto nunca se había visto, veníamos de una situación de seguridad muy compleja que la hemos ido superando y ahora llega este crimen", se lamentó Ramírez. Frente al abominable crimen múltiple, cometido contra personas indefensas y con total sevicia, sin miramientos de que se trataba de mujeres, de tres niñas apenas iniciando la vida, la Gobernación, a través del secretario de Gobierno, Andrés Julián Rendón, pidió esperar que avancen las investigaciones para poder ofrecer una versión concreta. "Este tipo de hechos conmueve mucho a la comunidad y esperamos que ello nos ayude", apuntó Rendón Cardona y añadió que aún no se ha determinado ofrecer una recompensa por información sobre los responsables. El coronel Jorge Rodríguez Borbón, comandante de la Policía Antioquia, quien se puso al frente de los hechos en la zona, confirmó que "hay un grupo de la Sijín trabajando en la investigación" para establecer pronto los móviles del crimen. Lo dijo en medio de los lamentos de una mujer empapada en llanto, la señora Ofelia González, madre de Dora y abuela de las tres niñitas. Su dolor es el dolor de un pueblo. Y allí no se va a perdonar la impunidad. En Yarumal hay llanto y clamor de justicia, si es que esta servirá para espantar tanta tristeza. *No se revelan los nombres por disposiciones de ley.

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