Sucesos


Asesinan a dos barranquilleros en Venezuela

JORGE MARIO ERAZO

02 de marzo de 2010 12:01 AM

Una búsqueda de trabajo y mejor futuro en Venezuela terminó en tragedia para dos familias barranquilleras que el fin de semana pasado se enteraron de que sus seres queridos fueron asesinados en extrañas circunstancias en el país vecino. Hasta la tarde de este lunes había muchas dudas en torno a lo que sucedió. Aunque lo primero que se informó es que habían muerto siete hombres en una masacre, de lo único de lo que se tiene certeza es que aparecieron dos cadáveres de barranquilleros en la morgue de Maracaibo. Por las calles del barrio La Chinita, de donde salió la mayoría de los emigrantes, se dice que del grupo hacían parte de 10 personas, de las cuales se desconoce el paradero. Uno de los dos muertos identificados es Carlos Alberto Meriño Pérez, de 32 años, quien fue reconocido por un familiar suyo que viajó a Venezuela; el otro es un hombre identificado como ‘Goyo’, quien fue traído por su familia y enterrado en Colombia, pero no se sabe dónde, por lo que es un misterio si en realidad murió. El cadáver de Meriño fue hallado en un pozo cercano al río El Limón, dentro de la granja Palito Seco. Inicialmente se dijo que se ahogó, pero posteriormente sus propios parientes corroboraron que tenía un balazo en el pecho, según informes de prensa. “Se ganaba la vida limpiando monte y cuidando ganado, pero siempre estuvo muy pendiente de nosotros y llamaba”, comentó su prima Sandra Meriño. Dos familias más dijeron vivir desde hace varios días en completa zozobra porque sus parientes trabajaban con Meriño y Goyo, lo que les hace temer lo peor. Melquíades Segundo Álvarez Jácome, de 37 años y Esteban De Jesús Ruíz Mejía, de 38 años, no se han comunicado con sus respectivas casas. “Hace un año no sé nada de mi hijo, él se fue hace tres a trabajar a un criadero de pollos pero no hemos vuelto a hablar. No quiero pensar que corrió con la misma suerte de Carlos”, comentó Julia Jácome, madre de Melquíades. Todos ellos partieron al Zulia hace 3 años a trabajar en fincas que allá llaman materas, porque no encontraban trabajo en Barranquilla. Cuando comenzaron a laborar pensaron que su sueño de ganarse unos pesos iba por buen camino. Sus familiares en el barrio La Chinita, de la capital del Atlántico, informaron que sostenían frecuentes comunicaciones con sus parientes, a quienes les decían que se encontraban bien. La Defensora Regional del Pueblo del Atlántico, Feliza Salcedo Rebollo, dijo que la entidad colaborará en las gestiones para la repatriación de los cadáveres que sean identificados, pero que se trata de un procedimiento muy complejo.

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