Asesinan a hombre en República de Venezuela

La muerte una vez más hizo su aparición en Cartagena. El nuevo crimen ocurrió pasadas las 10 de la no-che del viernes, en el barrio República de Venezuela. La víctima fue el negociante Gabriel Jiménez de Voz, de 46 años, quien se radicó en Cartagena hace 12 año cuando se vino de Vene-zuela. Esta persona había arrendado una pieza en una casa del mencionado barrio hacía tres meses, según el relato que hizo una persona que lo conocía. Un testigo, quien por se-guridad pidió que no revelaran su identidad, contó que Jiménez de Voz estaba en la tienda comprando algo y que cuando salió del lugar rumbo a la casa donde estaba vi-viendo, un hombre que estaba detrás de él, sin mediar palabra alguna, sacó un arma de fuego, al parecer, una pistola y le disparó en varias ocasiones, dejándolo muerto de manera instantánea. El cuerpo quedó tendido frente a una casa, a unos cinco metros de donde vivía. “Se escucharon como ocho o nueve impactos”, dijo otro joven, que ayer todavía no salía del asombro por lo ocurrido. Agregó que tan pronto el desconocido logró su come-tido huyó del lugar tranquilamente. “El hombre caminó hacía donde estaban otros tres in-dividuos esperándolo. Ellos abordaron dos motocicletas, en las que se fueron a toda velocidad”, contó otra persona, que alcanzó a mirar el ataque del que fue víctima el negociante. Según los comentarios que hicieron otras personas en el sector, Gabriel Jiménez se dedicaba a la venta de minutos en dos Sai, uno que funcionaba en el Centro y el otro en La Castellana. “También vendía queso, carne, y todos los productos que pudiera negociar”, dice una de las personas que dio información relacionada con el crimen. Se supo que antes de de-dicarse al comercio se había desempeñado como motota-xi, pero tuvo un accidente, por lo que abandonó ese oficio. Tres meses de arriendo En la casa donde vivía Gabriel Jiménez de Voz, (manzana 21, lote 46), dije-ron que él tenía tres meses de estar viviendo allí. “Mi papá le arrendó una habitación, en la que vivía con su esposa, con la que se había casado hace un mes, aunque tenían tres hijos mayores”, contó uno de los propietarios del inmueble. También dijo que tenía otros 17 hijos, la mayoría radicados en Venezuela. Asegura que cuando ocurrió el crimen, la esposa de la víctima no se encontraba allí, ya que minutos antes había salido, al parecer para una iglesia cristiana cercana a donde asiste. Recuerda que tan pronto le avisaron lo que había ocurrido, ella llegó al lugar, y rato más tarde se fue para donde un familiar en el barrio Las Gaviotas. Era una buena persona Un familiar del propietario de la vivienda en la que vivía Jiménez sostuvo que durante los tres meses que el señor estuvo allí no vieron nada extraño en él. “Salía temprano a trabajar, nunca sospechamos nada, no sabemos por qué lo mataron. Sólo puedo decir que era una buena persona”, cuenta. Pidió a las autoridades que hagan lo humanamente posible por capturar a los asesinos, ya que no es justo que estén matando a la gente porque sí. Al final dijo que le dio muy duro la muerte de esta persona. “Nos impresionó todo lo que ocurrió en pocos segundos en este barrio”, sostuvo. Llegan las autoridades Poco después de cometido el crimen, varias personas dieron aviso a la Policía de lo ocurrido. Minutos más tarde hicieron presencia en el lugar las primeras patrullas de la Policía en el lugar con el fin de confirmar el hecho. Los uniformados comenzaron a recibir algunas in-formaciones relacionadas de cómo ocurrieron los hechos y de los sicarios. Con los datos recopilados dieron avi-so a las otras patrullas con el fin de montar operativos de control con el fin de dar con los asesinos, pero sin lograr resultados positivos. Al sitio también llegaron funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, quienes se encargaron de hacer el levan-tamiento del cadáver. Una vez cumplieron el proceso, el cuerpo fue trasladado a la morgue de Medici-na Legal. 02sicarios En este sitio quedó el cuerpo del negociante baleado por un sicario la noche del viernes en el barrio República de Venezuela. En el sitio se encontraron varias vainillas.