Asesinan a mototaxista

“Devuélvame a mi negro... Oscar, papi, mi vida, tú eres mi corazón”. Estas palabras retumbaban ayer en la esquina de la tienda La Mamunia, en el barrio La María, donde yacía el cuerpo del mototaxista que asesinado por sicarios. Eran aproximadamente las 8:45 de la mañana, y el ambiente era el normal de un sábado. Varias detonaciones que se escucharon cambiaron de tajo el rumbo del día. Las mujeres que a esa hora hacían sus labores en el hogar y los hombres, que descansaban de sus actividades diarias se sorprendieron al oír los impactos. La gente, en medio del temor por lo que pudiera haber ocurrido, se asomó a la calle. La sorpresa fue mayúscula cuando al mirar vieron tirado a un hombre, en estado agónico, al lado de la motocicleta que manejaba, de color rojo, con placas EFM53C. Poco después comenzaron a salir de sus casas y se acercaron hasta el lugar donde quedó tendido el cuerpo. Como pólvora La noticia de la muerte del hombre se regó como pólvora. Minutos más tarde hasta el sitio llegaron niños, hombres y mujeres provenientes de varias de las calles del barrio. Tan pronto se supo que la víctima podría ser un mototaxista, el sitio se vio invadido de mototaxistas. “Es Oscar, y está tirado allá, cerca de la tienda”, comentó un muchacho, que lo conocía. Fue así como se supo que la persona asesinada era Oscar Iván Aparicio Benítez, de 27 años, residente en el barrio La María. “Él tenía como dos o tres meses de estar manejando la motocicleta”, comentó otro muchacho que llegó al sitio. La familia Pasaron pocos minutos entre el momento del crimen y la llegada de los familiares al lugar donde. Entre ellos llegó la madre de la víctima, que al ver cuerpo tirado en el piso comenzó a llorar. La mujer lloraba. También llamaba a su hijo en repetidas ocasiones. “Las muertes siempre que-dan impunes, devuélvanme a mi hijo”, les decía a los policías que atendieron el caso. Poco a poco comenzaron a llegar otros parientes, quienes alcanzaron a tener algún roce con los uniformados, quienes esperaban que llegara el per-sonal especializado para practicar el levantamiento del cadáver. Una familiar, entre lágrimas dijo que minutos antes de que lo mataran Oscar había estado en la casa. “Vino a buscar algo y salió rápido porque lo estaba esperando un pasajero”, comenta. A buscarlos Hasta el sitio llegó un coronel de la Policía Metropolitana de Cartagena. Después de enterarse de cómo ocurrieron los hechos ordenó la búsqueda de los sicarios. “Hagan controles en toda la ciudad, revisen los lavaderos de motos, los parqueaderos, hay que encontrar a los asesinos”, dijo el oficial. Poco a poco se fueron conociendo algunos detalles de los sicarios. La búsqueda se orientó hacia un hombre de tez clara y con la dentadura dañada. Anoche, al cierre de la edición, las autoridades no tenían ningún reporte sobre el paradero de los sicarios.