Asesinato, venganza y saqueos

La bala que mató a Jhon Jairo Ayola Hincapié entró por el único hueco, de solo 4 centímetros, que había en la puerta de su casa. El balazo que recibió el joven,  de 18 años, le atravesó el corazón. Jhon Jairo Ayola murió en los brazos de un tío suyo, cuando lo llevaba al Hospital Universitario del Caribe, para que lo salvaran.
El homicidio ocurrió a la 1:30 de la madrugada de ayer, en la calle Miramar del sector La Puntilla, en Olaya Herrera. Los responsables del crimen, según los familiares de la víctima, son pandilleros de El Campamento y Playa Blanca, quienes siguen cobrando venganza por el asesinato de el Chiquitín, ocurrido en abril pasado
La guerra que libran los jóvenes, ha cegado la vida de 4 personas, en 7 meses.
Piedras y patadas
En la casa de Jhon Jairo Ayola Hincapié todos dormían cuando empezaron a ‘llover’ piedras. “Nos asomamos por la ventana a ver qué ocurría, y había más de 30 pandilleros en la calle. Estaban tirando piedras y pateando las puertas de las casas”, dice una familiar de la víctima. De repente, cinco pandilleros, liderados por alias el Pece, se dirigieron a la casa de la familia Ayola Hincapié.
“Empezaron a jalar la reja de hierro hasta que la soltaron de la pared y la quitaron. Después le dieron patadas a la puerta de madera para tumbarla. Varios familiares, incluido Jhon Jairo, se pusieron en la puerta para impedir que entraran”, añade la allegada.
Al ver que no podrían ingresar al inmueble, alias el Pece, metió el cañón de un changón por un hueco en la puerta y disparó. La bala impactó en el pecho a Jhon Jairo Ayola, que se desplomó al piso. Supuestamente, al saber que el joven estaba herido, los pandilleros pateaban con más fuerza la puerta, querían entrar para rematarlo.
“Al rato se cansaron y se fueron para otras casas. Mi tío aprovechó para sacar a Jhon Jairo. Cuando iban en un taxi para la clínica, se le murió en los brazos”, asegura la familiar.
Ayola Hincapié, dicen sus allegados, no tenía problemas con los pandilleros que lo asesinaron. El joven, que era oriundo de Medellín, se había salvado de morir días antes luego de contraer leptospirosis. Jhon Ayola permaneció una semana hospitalizado en la Clínica Confenalco, y hace 15 días fue dado de alta.
“Cuando salió de la clínica dijo que había vuelto a nacer. Todo lo que luchó para salir adelante, para que lo maten de esta manera”, dice una allegada.
Roban hasta calderos
Los pandilleros se metieron en varias casas de la calle Miramar, sembrando el miedo entre sus moradores. Dicen que los delincuentes se llevaron todo lo que encontraban e incluso en una vivienda se robaron un caldero con arroz.
“Nos partieron la puerta y se llevaron varias sillas plásticas, una grabadora y un caldero con arroz, como que les dio hambre con todo lo que hicieron”, dice una habitante del sector.
Antes de marcharse, los pandilleros amenazaron a varias personas y aseguraron que volverían. “Esta situación se salió de las manos de la autoridad. Esos tipos se meten en nuestras casas a ultrajarnos y a robarnos.
Una captura
La Policía reportó la captura de alias el Bobo Grande, que supuestamente participó en el ataque de los pandilleros.El joven será judicializado por el delito de homicidio.

Vengando a el Chiquitín
César Andrés Medina Gómez, alias el Chiquitín, era el líder de la pandilla Los del Campamento. El joven, de 21 años, fue asesinado en abril pasado, por un sujeto, alias el Miquima, que reside en el sector La Puntilla.
Desde ese día, los pandilleros del Campamento se aliaron con integrantes de Playa Blanca, para cobrar venganza. En los últimos siete meses, tres jóvenes del sector La Puntilla han muerto a mano de pandilleros.