Asesinó a sus patrones y pasará 41 años preso

Ernesto Armando Villareal Córdoba verá pasar tras las rejas de una cárcel 41 años de su vida. El sujeto, de 21 años, mató a cuchilladas a sus patrones Jeny Mercedes Cabarcas y Jorge Ernesto Sierra Cabarcas porque lo sorprendieron robándose el dinero de una caja registradora.
La justicia llegó dos meses después del atroz crimen, cuando el Juzgado Sexto Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento condenó a Villarreal Córdoba por el delito de homicidio agravado.
El asesino, que aceptó los cargos que le imputó la Fiscalía, fue capturado el día del doble asesinato y desde entonces está recluido en la Cárcel de Ternera.
Se conoció que Ernesto Armando Villareal, que trabajó cuatro años para sus víctimas en un restaurante, aseguró que necesitaba dinero y aprovechó la confianza que sus patrones le tenían para robarlo de la caja registradora. Al verse sorprendido, los asesinó con un arma blanca.
Crimen brutal
El crimen de madre e hijo,  que causó conmoción en la ciudad, ocurrió el 3 de septiembre pasado, en el restaurante Down Town Express, en la Calle 70 con carrera 4 del barrio Crespo. Ese día, a las 8 de la mañana, Villarreal Córdoba llegó al negocio para sacar la bicicleta donde hacía los domicilios.
El sujeto aprovechó que no había nadie en el restaurante, sus patrones vivían en el segundo piso del inmueble, para robar el dinero que dejaron las ventas del día anterior.
Cuando estaba con las manos dentro de la caja registradora, fue sorprendido por Jorge Ernesto Sierra Cabarcas. Entre ambos hubo una fuerte discusión y Villarreal Córdoba tomó un cuchillo y apuñaló a su jefe.
Los gritos despertaron a Jenny Cabarcas, que bajó al restaurante para ver qué ocurría. Al hacerlo encontró el cuerpo de su hijo tendido en el piso y a su empleado con la manos ensangrentadas.
La mujer, de 54 años, corrió al segundo piso para pedir auxilio, pero Villarreal la alcanzó y en una de las habitaciones la mató a cuchilladas.
No pudo escapar
Después de asesinar a sus patrones, el sujeto intentó escapar de las escena del crimen volándose los patios de las casas contiguas.
Villarreal se escondió en el patio de una vivienda, pero hasta allí llegó la Policía y lo capturó.
Ese mismo día fue asegurado por un juez de Control de Garantías que ordenó su traslado a la Cárcel de Ternera.
Acabó con sus sueños
Quienes conocieron a Jenny Cabarcas y a su hijo Jorge Sierra coinciden en que era personas trabajadoras y honestas. Ambos se esforzaron mucho para montar su negocio y sacarlo adelante.
Jenny Cabarcas era una reconocida modista, que tenía un taller de confecciones en el barrio Getsemaní.
Jorge Sierra era un destacado estudiante de derecho de la Universidad Libre, que solo le faltaban los exámenes preparatorios para graduarse.
El joven, de 24 años, era un hincha fiel del Real Cartagena que animaba al equipo de sus amores en todos los partidos. Tanto apoyó al Real Cartagena, que  se fue la tumba vistiendo su camiseta auriverde.