Atribuyen a venganzas y atraco muertes de tendero y taxista

La Policía y sus familiares buscan establecer si el tendero Arley de Jesús García Giraldo fue asesinado en un hecho relacionado con venganzas personales y si al taxista Geovanny Llorente Arteaga le dispararon para atracarlo. Lo único claro en ambos casos es que no hay capturados. Desde hace unos cuatro años, Arley García era el dueño del negocio “Terraza y Abastos La Picada”, uno de los más conocido en Los Caracoles y sus alrededores. El martes, a las 7:30 de la noche, atendía su establecimiento con sus ayudantes cuando un hombre se le acercó por el mostrador y le pidió una bolsa de leche. A esa hora, cuentan los testigos, muchas personas, entre ellas mujeres y niños, hacían sus compras. El supuesto cliente sólo esperó que el tendero diera vuelta para buscar la leche para dispararle seis veces. García Giraldo recibió los balazos en la cabeza, la espalda y un brazo. Con una frialdad pasmosa, dice un residente del sector, el sicario salió caminando de la tienda con el arma en la mano sin importarle que sólo a unos metros está la Estación de Policía de Los Caracoles. Al asesino lo recogió un motociclista y con él huyó hacia La Central. Una patrulla llegó rápidamente al lugar. Pese a los operativos, la captura nunca se dio. A Arley de Jesús sus familiares trataron de salvarle la vida llevándolo a la Clínica San Juan de Dios. Los médicos aseguran que llegó sin signos vitales. Uno de sus hermanos manifiesta que la muerte de Arley los dejó sorprendidos y confundidos. Según él, nunca recibió amenazas ni tuvo enemigos. “Fue un atraco” Para los familiares de Geovanny Llorente Arteaga no hay duda que a él le dispararon dentro de su vehículo para robarle. Una hermana confirmó que la billetera y sus documentos no se los encontraron. Las versiones que han conocido a través de residentes de la Ciudad Bicentenario, donde ocurrió el crimen a las 3 p.m. del martes, indican que Llorente recogió a dos pasajeros unos minutos antes en la entrada a ese barrio. Lo que suponen sus allegados es los individuos lo obligaron a ir a lo último de esa zona, en el sitio conocido como Terraplén. Testigos dicen que vieron pasar el “zapatico” a toda velocidad por la calle principal. Poco después escucharon los balazos. El conductor quedó dentro del carro que desde hace dos semanas trabajaba de día. Su hermana asegura que Geovanny fue taxista durante 20 años, el tiempo que tenía viviendo en esta ciudad. Era oriundo de Lorica, Córdoba. La familia se enteró del asesinato a las 5 p.m. por un policía que llegó a la casa, en el sector Las Américas, en Olaya Herrera. “Él llegaba todos los días a almorzar entre una y dos de la tarde. En vista que eran las tres y no llegaba, comenzamos a llamar al celular, pero nunca nos contestó, por eso nos preocupábamos. Así estuvimos hasta las 5 p.m., cuando nos avisaron de su muerte”, comenta la hermana del difunto.