Bajo el temor de la extorsión

Los extorsionistas aprovechan el miedo que infunden en su víctima para lograr su objetivo. Sin embargo, son vulnerables cuando el afectado los denuncian ante las autoridades.“Soy miembro de las Auc y necesito $12 millones para irme del país porque mi vida corre peligro. Si no colaboras te mato a ti y a toda tu familia”.
Esa amenaza la lanzó un extorsionista a un comerciante de la ciudad, a quien llamó a su número celular.
La llamada llenó de angustia  e incertidumbre a la víctima, ante la imposibilidad de conseguir la millonaria suma de dinero para salvar su vida y la de sus familiares.
La siguiente llamada fue aún más intimidante, y le pusieron fecha y hora para consignar el dinero o “se atendría a las consecuencias”, según le dijeron.
“Yo estaba asustado. Ellos tenían toda mi información privada, y decían que yo tenía la plata que ellos me pedían. Tuve que negociar con esos delincuentes para que me rebajaran la supuesta colaboración a $6 millones”, dice la víctima.
Con la tercera llamada que recibió el comerciante, entendió que esos delincuentes no lo dejarían en paz si no hacía algo para detenerlos.
“Me decían que me iban a matar, que ya sabían dónde estaba. Yo vivía con zozobra, pensando en que cualquier momento iban a cumplir tantas amenazas”, afirma el comerciante.
Decide denunciar
Con mucho temor y luego de consultarlo con su familia, el afectado decidió ir al Gaula para que lo ayudaran.
“Fue muy difícil decidirme a denunciarlo porque me daba miedo que las cosas salieran mal y que esos tipos me asesinaran. Pero al llegar al Gaula, ellos me orientaron y me dijeron cómo tenía que actuar para que lo capturaran”, dice el afectado.
El comerciante sabía exactamente lo que debía decirle a los extorsionistas, así que con la siguiente llamada que le hicieron, se montó el operativo para capturarlos.
“Los tipos me dijeron que consignara la plata a una cuenta bancaria, pero le dije que no quería que me vincularan con ellos. Así que les aseguré que lo mejor era hacerles un giro. Ellos ingenuamente aceptaron”, afirma la víctima.
El afectado envió el dinero, y éste fue retirado por cuatro sujetos en una empresa de mensajería en Corozal (Sucre).
Los cuatro fueron capturados por el Gaula, y acusados de los delitos de concierto para delinquir y extorsión.
Los sujetos esperan en una cárcel de Sincelejo a que un juez les dicte sentencia.
Víctimas de “Vacunas”
La extorsión no conoce de estratos sociales. Las víctimas van desde comerciantes hasta pequeños tenderos y agricultores.
A los primeros les exigen millonarias sumas de dinero, mientras que a los segundos les hacen pagar una “matricula” por pertenecer a su grupo, y los obligan a cancelar cuotas mensuales por las ventas.
Argumentan que el dinero es para proveer seguridad, y para el sostenimiento de los miembros de la banda.
Aunque no hay una cifra oficial de la plata que mueve este delito, las autoridades hablan de miles de millones.
Según las autoridades, en Cartagena los extorsionistas son delincuentes comunes que se hacen pasar como miembros de bandas criminales para intimidar a sus víctimas y que éstas cedan ante sus pretensiones económicas.
“En ninguno de los casos que hemos investigado, hemos podido establecer la conexión entre los delincuentes y las bandas delincuenciales de ‘Los Paisas’ o ‘Los Rastrojos’. Ellos sólo lo utilizan para infundir miedo en sus potenciales víctimas”, dice un investigador.
De los cobros de las bandas, conformadas por dos o tres personas, no se salvan ni los expendedores de droga.
Resultados efectivos
En lo que va corrido de 2011, el Gaula ha capturado a 76 extorsionistas. De ellos, 61 fueron retenidos en Cartagena y los restantes en los diferentes municipios de Bolívar.
Entre los capturados hay 4 mujeres.
Según el Gaula, el año pasado 108 extorsionistas fueron capturados en Bolívar.
Un investigador de ese organismo asegura que reciben al menos cuatro denuncias mensuales de víctimas de extorsión. Reconoce que muchas otras no se atreven a denunciar.
“El miedo es el principal obstáculo con el que contamos y eso lo saben los delincuentes. Mientras que las personas sigan pagando, los van a seguir extorsionando. Esto es algo que no se acaba con el primer pago, al contrario se crece”, dice un investigador.
Por extorsión, un delincuente puede afrontar hasta 24 años de cárcel.
Ese delito no contempla beneficios por lo cual si es condenado, el extorsionista tiene que pagar la totalidad de la pena que le sea impuesta.


165 línea Gaula
 
Ante una llamada extorsiva
Conserve la calma
Solicite a la persona que lo llama que se identifique plenamente.
Trate de recordar el acento de la persona que llama.
Evite dejarse manejar en la comunicación, sea coherente con lo que dice.
Trate de escribir y sí es posible grabar la llamada.