Borré reconoce torturas y muertes

Juan Manuel Borré Barreto, quien fue conocido como “Javier” en el mundo paramilitar de los Montes de María, confesó ayer en la Unidad de Justicia y Paz, en Barranquilla, dos episodios que evidencia-ron la “mano de hierro” que aplicaban los escuadrones de las Auc. El 3 de julio de 1997, varios paramilitares sacaron de su casa, en Montería, a Arnold Enrique Sánchez Maza, a quien dos agentes de la Sijín, conocidos como “Caballo” y “Sáenz”, señalaron a través de una fotografía como uno de los involucrados en el atentado al hijo mayor de Salvatore Mancuso. Llegaron en una camioneta Cherokee y se lo llevaron con rumbo a la hacienda La Capilla. “Fue torturado por el mismo Mancuso delante de nosotros. Estaba amarrado de las manos. Yo mismo le eché un balde de agua y Mancuso le ponía unos cables eléctricos”, narró “Javier”, ante el fiscal 13, Francisco Álvarez. Un familiar de Arnold Enrique Sánchez Maza preguntó desde San Juan Nepomuceno, donde siguen vía satélite la versión libre, la razón por la cual Mancuso negó en una ocasión haber torturado a su ser querido. “Les pido mil perdones a las víctimas, sé que es irreparable, que no les puedo devolver a su hijo. Pero no lo hacíamos por capricho, yo recibía órdenes y tenía que cumplirlas”. Otras muertes Borrá Barreto también reconoció la muerte de dos miembros de las Auc conocidos como José Martínez Berrío y alias "Aníbal", y dos mujeres que las acompañaban, identificadas como Mabel Esther Gómez Díaz y Bleidy Rosa Paternina Franco, ambas de 17 años. El hecho ocurrió el 9 de abril de 1997 en la finca "El Palmar". A los dos primeros los señalaban de cobrarle dinero al dueño de una finca sin autorización.