Cae banda de jaladores de taxis

Una llamada de la comunidad fue la clave para que efectivos de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cartagena capturaran en flagrancia a cuatro integrantes de una banda de jaladores de taxis, que tenía en jaque a los taxistas de esta ciudad.
La retención de los delincuentes se logró en el barrio Membrillal, minutos después que le robaran a su víctima un taxi “zapatico”, de placas SPI 514, y la dejaran amarrada en una zona enmontada bajo la vigilancia de un sujeto armado.
Los capturados identificados como Alberto Manuel Aparicio, Olga Ariza Umaña, Alexander Hernández Reyes y Robert Rodríguez Hernández, harían parte de una banda delincuencial conocida como “Los Chiquitines” que delinquía en Barranquilla, Santa Marta y Cartagena.
Según las investigaciones de la Policía, los sujetos hurtaban los vehículos de servicio público en la ciudad, para venderlos por $5 millones en Barranquilla.
Los capturados fueron asegurados por un Juez de Control de Garantías que ordenó su traslado a la Cárcel de Ternera y San Diego.
Modus operandi
Para no despertar sospechas de sus víctimas potenciales, sólo uno de los sujetos y la mujer abordaban taxi.
Una vez montados le pedían al taxista que los trasladara a sectores alejados de la ciudad como Membrillal, Mamonal o la Urbanización Villa Grande de Indias.
Cuando llegaban al lugar señalado, los delincuentes le quitaban las llaves al carro y le decían a su víctima que se quedara quieto que era un atraco.
A los pocos minutos aparecían, a bordo de una motocicleta, dos sujetos más armados con revólveres.
El taxista es bajado del vehículo e introducido en una zona enmontada donde lo atan de pies y manos, y le ponen una venda en los ojos.
La mujer y uno de los hombres se llevan el vehículo, mientras que los otros dos delincuentes se quedan vigilando a su víctima, para que no pueda avisar a la Policía.
Cuando los dos atracadores que se llevan el carro llegan a Barranquilla, informan a quienes se quedaron con la víctima, y estos abandonan el lugar y al taxista a su suerte.
Según las investigaciones de la Policía, los sujetos les hacen “inteligencia” a su víctima y escogen  siempre vehículos último modelo.
Se estima que los capturados estarían involucrados, en al menos ocho hurtos perpetrados usando la misma modalidad en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta.
Una víctima
Las autoridades tratan de establecer si un taxista a quien le robaron su vehículo, el 2 de junio pasado, bajo la modalidad de secuestro y atraco, fue víctima de esta banda.
En esa oportunidad el taxista relató que lo tuvieron secuestrado por más de 10 horas.
“Estaba en la estación del Centro Comercial La Plazuela cuando apareció una pareja joven, los dos bien presentados, y me pidieron que los llevara a la Urbanización Villa Grande de Indias 3. Acepté y los llevé. Cuando llegamos, el hombre se bajó y conversó con unos obreros que trabajaban en una casa. La mujer se quedó sentada en el puesto trasero”.
Recuerda que cuando el pasajero se devolvió hacia el taxi, “agarró el timón y me dijo que era un atraco. Intenté forcejear, pero la mujer le quitó las llaves al carro”, cuenta el taxista.
“Los que llevaba de pasajeros se fueron en el taxi Chevrolet Spark, de placa SPH 771. Los otros tipos me dijeron que si me portaba bien no me iba a pasar nada. Me pusieron a caminar por un monte y después me amarraron a un árbol”, añade la víctima.
Después de estar secuestrado por varias horas, los sujetos que lo custodiaba lo abandonaron y huyeron del lugar.
La víctima encontró ayuda y dio aviso a las autoridades, sin embargo, el vehículo no fue recuperado.