Cae dormido y muere arrollado por un camión

José Luis Pájaro Lozano estaba a punto de terminar su turno y quizás por eso, presumen sus compañeros, lo venció el sueño. Fue sólo un instante, pero suficiente para caer del estribo y ser arrollado por las llantas del camión recolector de basuras al cual había subido unos segundos antes. La tragedia ocurrió ayer, a la 1:15 de la madrugada, en el barrio Manga, en la calle 29 con carrera 21. El primer impresionado fue Brayan Esteven Moncada Bolívar, conductor del volteo Chevrolet Kodiak, de placas UAN-730, afiliado a la empresa Promotora Ambiental Caribe –Pacaribe-. Dicen los testigos que Brayan estalló en llanto cuando se dio cuenta que era su amigo y compañero de labores quien yacía moribundo debajo de las llantas dobles del pesado automotor. Un vocero de Pacaribe asegura que Pájaro Lozano trabajaba para esa compañía hacía tres años. Esta semana, según sus familiares, laboraba de 6 de la tarde a 3 de la madrugada. Algunas veces José Luis se dedicaba a barrer las calles, pero en los últimos días lo eligieron para recoger basuras y lanzarlas al volteo. En eso estaba en Manga cuando ocurrió la tragedia. Versión de la empresa Augusto Vidales Larrarte, gerente general de Pacaribe, dice que el accidente sucedió durante la recolección de la ruta de barrido. “Siendo la 1:15 de la madrugada, la volqueta se desplazaba por la Avenida Cuarta de Manga. Ingresó al callejón Dandi (calle 29 con carrera 21A) y al salir nuevamente para continuar por esa avenida, el operario que se coloca en el estribo del lado del conductor se dejó caer a la calzada, al parecer, por sueño. “La volqueta lo arrolló con las llantas traseras izquierdas, causándole la muerte de manera instantánea. El conductor fue trasladado a la Fiscalía para los respectivos tramites de indagatoria y a las 9:45 recobró la libertad. El abogado de la aseguradora se encuentra recopilando la información y documentación requerida para este caso”, manifiesta Vidales Larrarte. José Luis Pájaro Lozano, de 41 años, era oriundo de esta ciudad y deja dos hijos, de 9 y 11 años. Residía en el barrio Boston, Segundo Callejón.