“No hay lugar a dudas. Los dos implicados en la muerte de Eduardo Farah Chaljub son responsables de los delitos por los que se les acusan. La defensa no comprobó su inocencia, sólo se limitó a establecer contradicciones”.
Así lo expresó ayer, el Juez Cuarto Penal del Circuito de Cartagena al declarar culpables de homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas de fuego, a Carlos Gándara Habid y Franklin Rodríguez Camargo. Los dos hombres podrían enfrentar una condena superior a 35 años de cárcel.
La Fiscalía estableció que Carlos Gándara, amigo y socio de Eduardo Farah, contactó a Franklin Rodríguez para cometer el crimen. Éste a su vez consiguió a dos supuestos sicarios para asesinar a Farah y les dijo que lo iban a matar porque se negaba a pagar una millonaria suma de dinero.
Los dos sujetos se negaron a cometer el homicidio, pero cuando cuando conocieron la noticia del asesinato de Eduardo Farah, acudieron a las autoridades para delatar a Gándara y a Rodriguez.
La Policía inició las investigaciones para corroborar la denuncia de los dos supuestos sicarios y se recopilaron pruebas suficientes para vincular a Gándara y a Rodriguez en el homicidio de Farah. Ambos fueron capturados en septiembre de 2009.
La Fiscalía estableció que Carlos Gándara ordenó el asesinato de su amigo, ocurrido el 20 junio de 2009, para no pagarle $ 70 millones que le debía.
Tras una audiencia de 5 horas en que la Fiscalía, la defensa de los dos implicados y el representante del Ministerio Público hicieron sus alegatos de conclusión, el juez informó que en los próximos días fijará una fecha para divulgar la cantidad de años que prugarán en prisión Carlos Gándara y Franklin Rodríguez por el asesinato de Eduardo Farah.
Al escuchar la lectura del fallo condenatorio, los abogados de los dos sindicados en el crimen aseguraron que apelarán la decisión del juez.
El juicio contra los sindicados se extendió por más de año y medio, y estuvo marcado por los continuos aplazamientos por parte de la defensa, el despido de abogados de los sindicados y la negativa de Gándara y Rodríguez de acudir a las audiencias.
“SE HIZO JUSTICIA”
No hubo ‘explosión’ de júbilo ni lágrimas en la familia Farah Chaljub al escuchar la decisión del Juez.
Ellos afirman que si bien se está haciendo justicia y el crimen no quedará en la impunidad, ninguna condena les devolverá la alegría que les fue arrebatada el día en que aseinaron a su ser querido, Eduardo Farah.
“No hay alegría para nosotros, es tristeza lo que sentimos por la manera como fue asesinado Eduardito. Nos complace saber que el culpable pagará lo que hizo, pero durante estos casi dos años los retrasos de la defensa nos victimizaron aún más, porque nosotros sabíamos que no había duda en la responsabilidad de Gándara en el crimen”, dice Miguel Pinzón, vocero de la familia Farah.
Un allegado agrega que para la familia causa más indignación que el determinador del asesinato sea una persona a quien la víctima consideraba su amigo.
“Esto fue un crimen aberrante, una traición. La persona en la que confiaba Eduardito y a quien acogió como su amigo y le brindó su apoyo cuando más lo necesitó, fue quien planeó su asesinato, y pagó a un sicario para que acabara con su vida. Esto es una aberración del sentimiento humano”, agrega el allegado.
EL ASESINATO
Eduardo Farah Chaljub no acostumbraba a llegar temprano a su negocio, pero el 20 de junio de 2009 entró a la Ferretería BF Aceros, en el barrio El Prado, cerca del Mercado de Bazurto, sin darse cuenta de que una persona lo seguía. Eran las 8:30 de la mañana cuando un sicario le disparó cerca del oído derecho. El asesino logró escapar sin que las autoridades pudieran dar con su paradero. Eduardo Farah murió horas más tarde, en el hospital a donde fue trasladado. Gándara llegó al centro asistencial antes que los familiares de la víctima, lo que despertó sospechas en las autoridades
LO MATARON POR $70 MILLONES
La causa del asesinato de Eduardo Farah Chaljub fueron los $70 millones que le debía su amigo y socio Carlos Gándara.
Los dos se conocieron hace 7 años, cuando trabajaban en una empresa de la ciudad. Farah era el jefe de Gándara y entre ambos nació una sociedad.
Juntos trabajaron en varios negocios, entre ellos uno relacionado con la venta de electrodomésticos a personas de bajos recursos.
Para uno de esos negocios, Farah le prestó la millonaria suma de dinero a Gándara, y éste para no pagarle lo mandó a asesinar.
LLAMADAS LOS DELATARON
Las investigaciones de expertos en comunicaciones demostraron que Gándara se comunicó antes y después del asesinato con Franklin Rodríguez, que fue el encargado de hacer el contacto con el sicario que acabó con la vida de Farah.
La existencia de 197 llamadas entre estos dos sujetos, previas al crimen.
LA DEFENSA
Durante el juicio, los abogados de Carlos Gándara y Franklin Rodríguez no presentaron testigos o evidencia física para demostrar la inocencia de sus clientes. Los alegatos de los defensores se basaron en establecer contradicciones en las pruebas que presentó la Fiscalía para demostrar la culpabilidad de los dos acusados
EN SILENCIO
Durante las disitntas audiencias, los familiares de Carlos Gándara, bajo total hermetismo, se mantuvieron al margen de la situación sin dar declaraciones a la prensa. Su madre siempre oraba con una Biblia en su mano, mientras el juez decidía el deselance judical de este caso. Ayer no fue la excepción y al escuchar la decisión salió rápidamente de la sala.
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