Comerciantes desaparecidos fueron acusados de ser guerrilleros

El 6 de febrero de 2001 fue el último día en que vieron con vida a 5 comerciantes que salieron de El Carmen de Bolívar con rumbo a Maicao. Desde esa aciaga fecha, todo cambió para las familias de estas cinco personas, quienes desaparecieron sin dejar rastro a excepción de uno de ellos, cuyo cuerpo fue en-contrado 12 días después. Una pregunta formulada durante una versión libre que rendía el desmovilizado ex comandante paramilitar Sergio Manuel Córdoba Ávila, alias ‘El Gordo’ o ‘120’, desenterró los recuerdos y comenzó a arrojar luces sobre lo que ocurrió en aquella oportunidad. Rodrigo Duarte (dueño de la camioneta en que viajaban), Antonio Medrano Meza, David Muñoz Meza, Guillermo Chamorro Peña y Orlando José Ló-pez, fueron señalados de ser guerrilleros y de dirigirse a una reunión de ese grupo armado. Esa acusación fue negada tajantemente por los familiares de los de-saparecidos, quienes seguían la versión vía satélite en el municipio de El Carmen. Según dijo alias ‘El Gordo’, estas personas venían con una mujer que era informante de las AUC, quien los habría entregado a una escuadra de ‘paras’ que montó un retén en Pueblo Nuevo (Magdalena). Se encontraban ahí ‘Federico’, ‘Boyera’, ‘Tolemaida’, entre otros. La mujer, a quien ‘El Gordo’ identificó como Elsa Díaz, bajó de la camioneta en momentos en que los 5 comerciantes eran retenidos por los paramilitares. El 18 de febrero, el cadáver de Rodrigo Duarte apareció flotando en las aguas del río Magdalena. “Yo me traigo a Elsa para El Carmen y de ahí me vengo para El Guamo”, expresó Córdoba Ávila. A partir de ahí, el desmovilizado dijo desconocer el paradero de las personas retenidas. Los familiares de los desaparecidos aseguraron que en El Carmen de Bolívar, Elsa Díaz les dijo que ellos volverían días más tarde, pero eso nunca ocurrió. Compungidos y molestos, los parientes de estas personas mostraron su decepción por las acusaciones contra ellos. “Nos dejaron solas con nuestros hijos, ustedes debían investigar quiénes eran ellos, porque si lo hubieran hecho, se hubieran dado cuenta de que nuestros esposos no eran ningunos guerrilleros”, protestó una de las esposas de uno de los desaparecidos dirigiéndose a Córdoba Ávila desde El Carmen de Bolívar.