Desapareció vigilante en choque de remolcadores

Sus dos compañeros alcanzaron a saltar y nadaron hasta ponerse a salvo. Luis Alberto no contó con esa suerte y sigue desaparecido desde ayer, a las 7:30 de la mañana, luego que chocaran dos remolcadores en la boca del Canal del Dique, a unos 200 metros del puerto de Pasacaballos. Luis Alberto, de 55 años y de ocupación vigilante, era uno de los tres ocupantes de una de las dos barcazas que era remolcada. Allí iba personal de una camaronera que se dirigía al muelle de una empresa en Mamonal, frente a la bahía. En sentido contrario se desplazaba el remolcador de nombre “Luis Fernando”, de la Naviera Fluvial Colombiana. Iba de Cartagena a Barrancabemeja con siete bongos, tres de ellos llenos de combustible. El capitán de fragata Carlos Echandía, comandante (e) de la Estación de Guardacostas del Caribe, dice que una de las barcazas remolcadas se hundió luego que el remolcador se estrellara con la nave que iba en sentido contrario. “Dos de las personas que iban en esa barcaza advirtieron el inminente peligro y lograron salvarse tirándose hacia un lado. La otra no pudo hacerlo y se presume que la presión del remolcador que entraba al Canal del Dique hizo que se hundiera y quedara debajo de esa nave. “Luego de recibir un aviso de emergencia por parte de la Estación de Control de Tráfico Marítimo de la Capitanía de Puerto de Cartagena, dos unidades de Guardacostas que se encontraban cerca al área, iniciaron la búsqueda, con apoyo de un equipo de buceo y salvamento”, asegura Echandía. Según Guardacostas, el accidente habría ocurrido por-que uno de los remolcadores, el que halaba las dos barcazas, se quedó sin motor. Al ser arrastrado por la corriente, el piloto no tuvo suficiente espacio para maniobrarlo, chocando de frente con la otra embarcación. Hasta ayer tarde ningún familiar del vigilante se había acercado a Pasacaballos a apersonarse de la situación. Guardacostas puso el hecho en conocimiento de la Inspección Fluvial del Ministerio de Transporte para el inicio de las investigaciones correspondientes. Al caer la noche, pescadores y nativos de Pasacaballos seguían buscando al vigilante. Uno de ellos le aseguró a El Universal que estaban ofreciendo dos millones de pesos a quien encontrara su cuerpo.