Dos asesinatos en tres horas

Aunque vivían en barrios diferentes y sus vidas eran distintas, José Antonio Murillo Lara y Marlon David López Camargo coincidieron en salir de sus hogares el sábado en la noche, en busca de diversión.
Pese a ello, muy distinto a lo que esperaban, terminaron por encontrar la muerte la madrugada de ayer, en hechos aislados.(Lea: Mueren dos hombres)
Al primero lo asesinaron en San Fernando, a la 1 de la madrugada, en medio de una riña, que empezó en la discoteca Razá Island y terminó en la Avenida La Electrificadora, vía principal del barrio.
Dicen que al joven, de 22 años, le dieron cuatro cuchilladas entre pecho y abdomen. Amigos lo llevaron en una moto al CAP de Blas de Lezo, pero ya no había nada que hacer. Las múltiples heridas fueron letales y le quitaron la vida casi de inmediato.
Tres horas después, a las 4 de la madrugada, el turno en morir fue para Marlon David López, de 19 años. El joven caminaba por el sector Central, en El Pozón, tras salir momentos antes de un estadero.
En medio de la penumbra, un sujeto, que segundos antes bajó de una moto en la que iba de parrillero, le salió al paso y tras sacar un arma le dio cuatro balazos, matándolo en el acto.
Pese a los múltiples operativos que realizó la Policía luego de los homicidios en San Fernando y El Pozón, no se reportan capturas. Los familiares de las víctimas exigen justicia.
No saben qué pasó
En cuento al caso de José Antonio Murillo, se sabe que el joven vivía en la urbanización Nuevo Horizonte.
Sus parientes llegaron ayer en la mañana a la morgue de Medicina Legal, que ahora está en el barrio Pie del Cerro, a reclamar su cuerpo. Ellos aseguran que no saben nada del hecho en el que murió y que se enteraron de la tragedia por la Policía.
En San Fernando comentan que el joven llegó a la discoteca la noche del sábado y allí duró hasta la madrugada de ayer. “En esa discoteca meten picós y llegan jóvenes de todos los barrios, seguidores de diferentes picós, lo que causa peleas. Hoy- ayer- pasó lo mismo. Varios jóvenes salieron de la discoteca y se pudieron a discutir al frente. Ahí fue que se armó una trifulca”, relata un vecino.
Dicen que eran más de 20 jóvenes los que se enfrentaban con piedras. En medio del alboroto, un sujeto sacó un cuchillo y atacó en cuatro oportunidades a José Murillo, trazando su fatal destino.
¿Una trampa?
Por oro lado, está el caso de Marlon López. El joven vivía en el sector Primero de Mayo de El Pozón, en la casa de su abuela, Nubia García.
Trabajaba ocasionalmente con un tío en una empresa contratista de Aguas de Cartagena. Últimamente no laboraba, pero le decía a su familia que en el 2013 retomaría sus estudios para graduarse como bachiller y luego estudiar una profesión.
Desgraciadamente, no hubo Año Nuevo para él. Dicen que salió de su casa para el estadero El Oasis y allí se encontró con su novia y un amigo. Departió hasta la madrugada de ayer. A las 4 se despidió de su novia y partió rumbo a casa. Supuestamente, en ese momento lo llamaron y le dijeron que su exnovia estaba cerca del lugar, y que quería hablar con él.
En el camino se encontró con su asesino, por lo que muchos creen que le tendieron una trampa para matarlo. Dicen que el sujeto que lo acribilló estaba en una moto, que no pudo encender cuando escapaba, por lo que la abandonó y se fue a pie con un compinche. Los parientes de Marlon aseguran que no tenía problemas ni amenazas de muerte. La Policía investiga.