El sicario lo estaba esperando

En un SAI el sicario esperó a su víctima. El sujeto, que vestía un suéter amarillo y una bermuda, nunca se quitó el casco, pero dicen que era un joven de 17 años, aproximadamente. Cuando por ese lugar, la Calle Gonzalo Jiménez de Quesada, del barrio Escallón Villa, pasó una motocicleta de placa HDV-77B, el sicario salió del SAI y empezó a disparar contra quienes se transportaban en el vehículo. Los disparos fueron certeros. El primero en ser impactado fue el parrillero de la moto, quien recibió dos disparos en la espalda y uno en la pierna. Ante la balacera el conductor de la moto perdió el control y se estrelló. El sicario entonces corrió hacia el lugar y volvió a disparar, esta vez contra el accidentado. Completado el trabajo, el asesino huyó en una motocicleta negra que lo esperaba una cuadra adelante. La balacera generó pánico en la zona. Trabajadores de Electricaribe que a mediodía realizaban adecuaciones en las redes del sector, fueron los primeros en salir corriendo. Otra persona corrió a resguardarse debajo de un carro, a donde también llegó, herido, el parrillero de la moto, quien al estrellarse el vehículo se paró y buscó refugio. “Yo al ver que el ‘man’ también se metió allí, salí corriendo para otra parte, tenía miedo de que el sicario se metiera a rematarlo”, dijo el trabajador después de lo ocurrido. La gente dice que se escucharon más de 10 balazos. La Policía encontró 8 casquillos en la escena del crimen. Los sicarios utilizaron una pistola 9 milímetros. “Yo pensé que eran ‘tiritos’ porque no se escucharon muy duro, después cuando vimos a los dos muchachos en el piso, me di cuenta de lo que estaba pasando”, dijo una persona en el lugar. Los rumores entre los curiosos que se acercaron al sitio señalan que el sicario es un joven moreno, alto y delgado. Vestía bermuda de jean y suéter amarillo. Su acompañante, de contextura gruesa. Ambos tenían cascos negros. Llegó la Policía A los 10 minutos de haber ocurrido el hecho, los dos hombres continuaban tirados en la calle. Nadie se atrevía a ayudarlos por temor a que los asesinos regresaran a rematarlos. Al lugar llegó una patrulla de la Policía, en la cual fueron trasladados los dos heridos al Hospital Universitario del Caribe. Allí se conocieron las identidades de las dos víctimas. El conductor fue identificado como Edilberto Berik Jiménez, de 50 años de edad y oriundo de San Onofre (Sucre). El hombre recibió un impacto en la cabeza y dos más en el pecho. Berik Jiménez murió cuando lo ingresaban a cirugía. Al lugar de los hechos no llegó familiar alguno. Al parecer, la víctima residía en el barrio Bruselas. El parrillero de la moto fue identificado como Marco Antonio Salas Guerra, de 36 años de edad. El herido se encuentra en estado crítico. Se conoció que fue operado en dos ocasiones. Salas Guerra es de Cartagena. Por establecer Hugo Casas, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, dijo que se están haciendo las investigaciones para establecer contra quién iba dirigido el atentado. “Buscamos determinar los móviles de este crimen. También verificamos los antecedentes de las víctimas y las actividades a las que se dedicaban”, dijo Casas. Sobre este caso, la Policía no reportó capturas.