La pesadilla para la menor y sus padres comenzó poco después que se escucharan los primeros disparos que hicieron los jóvenes pandilleros de los barrios La Candelaria y Boston.
Según algunas personas, todo estaba en calma en los alrededores de la calle Las Flores en el sector El Pueblito, en el barrio Boston, cuando de un momento a otro se oyeron las primeras detonaciones. Eran las 6 de la tarde.
En ese instante todo se convirtió en un caos. La gente que estaba en la calle corrió para protegerse de las balas.
Igual intentó hacer Bladimir Martínez, de 27 años, quien se encontraba en la terraza de su casa, en compañía de la su pequeña hija, de 2 años.
La menor, según el relato de su padre, se había subido en la ventana. “Cuando escuché los disparos salí corriendo para protegerla. Como pude la solté de la venta y entramos a la casa”, cuenta el angustiado hombre.
Recuerda que tan pronto entraron se percató que la niña tenía una herida en su pie izquierdo y que estaba sangrando abundantemente.
La odisea
Para Bladimir, el ver a su hija herida le causó mucho dolor y desepero. Pensó que algo grave podría ocurrirle si no la llevaba de inmediato a un centro asistencial.
El hombre, se armó de valor y tomó a su hija entre sus brazos y la sacó de la casa, aunque la contienda entre los pandilleros todavía continuaba.
“Como pudo evitó al máximo que fuera alcanzado por las balas. Lo que le importaba era llevar a su pequeña a un centro asistencial”, relató un testigo de los hechos.
Contó que el padre de familia alcanzó a llegar a salvo hasta la avenida Pedro Romero donde paró un taxi y trasladó a la menor al Hosiptal Infantil Napoleón Franco Pareja conocido como la Casa del Niño.
Ayer, pasadas las 10 de la mañana, la niña fue intervenida quirúrgicamente para extraerle la bala.
Varias personas que se vieron afectadas por la guerra que protagonizaron los pandilleros señalaron que durante la refriega entre los desadaptados no hubo presencia de la Policía.
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