En hogar sustituto dejan a menor que fue encadenado a una cama

Para la Policía, es un hecho aberrante. Para el ICBF –Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- no hay duda que se trata de un caso tipificado como violencia intrafamiliar y de vulneración de derechos de un menor. En un hogar sustituto quedó desde ayer el adolescente, de 13 años que pasó la mayor parte del día en su casa encadenado a la pata de una cama para que no saliera a jugar con sus amigos porque, según su mamá, es muy necio y era la única forma de controlarlo. La Policía descubrió el caso el martes, a las 4:30 de la tarde, por aviso de los habitantes del sector Villa Esperanza, en el barrio San Pedro, en el municipio de Turbaco. El general Ricardo Restrepo Londoño, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, califica este hecho como aberrante y de tortura psicológica contra el menor. Asegura que los padres venían haciendo eso con su hijo en forma reiterativa durante los últimos dos meses. “Los vecinos, cansados de ver los constantes maltratos físicos y verbales a que era sometido el menor por parte de sus padres, no dudaron en dar aviso a la Policía de lo que estaba pasando. “Fue así como nuestros hombres de la estación en Turbaco se desplazaron hasta el sitio, observando por una de las ventanas de la casa que lo manifestado por los ciudadanos era cierto. El menor fue encontrado llorando y encadenado a la pata de la cama”, relata Restrepo Londoño. La madre del niño llegó a su vivienda en medio del procedimiento policial. Al ser abordada por los uniformados reconoció que lo encadenaba porque se le salió de las manos, asegurando que era la única manera de controlarlo. El padre del menor se presentó media hora después con la llave del candado que aseguraba a este último en una habitación. El general Ricardo Restrepo dice que judicializaron a los padres del menor, de 33 y 35 años, aunque no sabe por qué delito los presentará la Fiscalía ante un Juez de Control de Garantías. ¿Vivía con una tía? Jorge Redondo Suárez, director del ICBF en Bolívar, dice que al menor le restablecerán todos sus derechos dejándolo en un hogar sustituto, donde le brindarán la atención social y psicológica pertinente. Mientras esto ocurre, el ICBF realizará un proceso administrativo que en 4 meses analizará y aclarará varios factores y conceptos como la situación psicosocial del adolescente en su hogar, el entorno familiar y su nutrición. Luego, agrega Redondo, el defensor de familia tomará la decisión de si el menor puede retornar a su hogar o éste no ofrece garantía para que se desarrolle normalmente. El ICBF investiga así mismo si el menor no convivía todo el tiempo con sus padres. Según Redondo, tienen información que estaba viviendo en casa de una tía y que tiene un hermano, de 5 años. Sobre los padres del adolescente, Redondo Suárez dice que será la Policía de Infancia y Adolescencia la que determine si hay comisión de delito. “Nuestra posición a este caso es de rechazo total. No hay derecho a encadenar a un niño porque se porte mal”, asegura el director del Bienestar Familiar en Bolívar.