En persecución, cae sicario que le disparó a un ciego

Algunos hablan de una maldición en el parque. Otros creen que sentarse en una de las bancas de aquel lugar de esparcimiento es “ganarse un tiro”. Las especulaciones y los rumores son muchos en Las Reinas. Con todo lo que ha pasado, nadie en ese barrio quiere volver a sentarse en el parque. “Eder”, un joven que es ciego de nacimiento, es la última víctima. Testigos dicen que estaba recostado en una banca reposando el almuerzo cuando un hombre se le acercó y sin mediar palabras le disparó a quemarropa. “Eder” sólo estaba acompañado de su perro. Era la 1:40 de la tarde de ayer. María Álvarez veía televisión en esos momentos. Dice que escuchó dos disparos y enseguida salió a la terraza. “Lo primero que pensé es que le habían disparado a alguien en el parque. No quería creer que fuera así, pero cuando vi al muchacho tirado en el parque en medio de un charco de sangre le dije a mis vecinos que algo está pasando en ese parque”, cuenta la mujer. A “Eder” le causaron dos heridas, una de ellas en el rostro. La comunidad se encargó de avisarse a la Policía. Mientras una patrulla lo trasladaba a un centro asistencial, otra perseguía al victimario. “Eder” fue atendido rápidamente en la Clínica San Juan de Dios. Anoche seguía bajo observación. Los galenos dicen que su estado de salud es delicado, pero establece. Su victimario no logró escapar del cerco de la Policía. Lo capturaron en rápida persecución a menos de tres cuadras del sitio de los hechos con el arma homicida en una de sus manos, una pistola calibre 9 milímetros. Los investigadores optaron por embalarlas las manos –protegidas- con bolsas de plástico para preservar la pólvora y determinar con la prueba de absorción atómica que disparó. Las autoridades también cuentan con dos testimonios de testigos, quienes identificaron al pregunto agresor en la Estación de Policía en Los Caracoles, a donde fue llevado para ser judicializado. Del sujeto se sabe que es desmovilizado de las Auc. Uno de los testigos asegura que antes de disparar contra su víctima, el individuo le puso el arma en la frente a un niño, de 7 años, para que no gritara y despertara a “Eder”. De la víctima se dice que es habitante de la calle. Muchos aseguran que semanal-mente lo ven en ese sector caminando con su perro. Del motivo que originó el atentado nadie se atreve a hablar. Tampoco la Policía. Sangre en el parque Eran las 2:30 de la tarde del sábado 27 de febrero. Carlos Díaz Díaz hablaba con dos vecinos en el parque de Las Reinas cuando aparecieron cuatro sicarios en dos motos y les dispararon a to-dos. Díaz Díaz, quien era oriundo de Purísima, Córdoba, recibió cinco balazos y falleció 20 minutos después de llegar a la Clínica Blas de Lezo. Uno de sus acompañantes, Dewis Sandoval Sabalza, re-sultó gravemente herido. Le causaron dos heridas en la cabeza. Milagrosamente se salvó. Carlos Díaz, era taxista, pero no trabajaba desde hacía un mes porque se le perdieron sus documentos, entre éstos la licencia de conducción. Por esos hechos no se reportaron capturas, aunque se informó por parte de la Policía que el crimen obedeció a un caso de ajuste de cuentas, toda vez que se comprobó que, al parecer, las dos víctimas tenían anotaciones judiciales por diversos delitos. “Van tres abaleados en el mismo parque en un mes. Algo está pasando. Ya me da hasta miedo pasar por ahí”, manifiesta María Álvarez.