Estrelló carro contra casa y mató a su ex cuñada

Un mal presentimiento hizo que Ana López quitara más temprano que de costumbre su mesa de fritos. Su ex yerno, como siempre suele comportarse cada vez que se emborracha, parecía que otra vez se iba a meter con su hija. Ana no se equivocó. A las 6 de la tarde del domingo, Jarlinton Quintana Jiménez llegó a la casa de Ana López para reclamarle a su ex mujer, Mildred Caraballo, los 70 mil pesos que el hijo de ambos, de 9 años, recogió el sábado con motivo de su Primera Comunión. No era la primera vez que Jarlinton le buscaba problemas a su ex compañera desde que se separaron hace 11 meses. Mildred le respondió que no tenía el dinero completo, porque una parte lo gastó comprando el mercado semanal. Jarlinton, cuenta su ex suegra, decía que ese dinero lo iba a utilizar para comprarle los zapatos a su hijo, pero todos piensan que era para seguir tomando. El ex marido de Mildred salió enfurecido hacia su vivienda, en la otra esquina de la calle Lozano y Lozano, en La Esperanza. Al marcharse, prometió que iba a regresar. Ana asegura que se tranquilizó un poco, pero por dentro sabía que la actitud de su ex yerno no era la mejor. Jarlinton no tardó en regresar. Unos 45 minutos después se presentó conduciendo un Nissan Patrol que es utilizado como colectivo. Pasó duro por la casa de su ex suegra y al doblar por la esquina para buscar la calle Fulgencio Lecquerica tumbó varias sillas de plástico. La gente dice que de milagro no hubo víctimas, porque minutos antes se quitaron unos niños que jugaban en una fiesta de cumpleaños. Lo peor vino casi enseguida. Jarlinton dio la vuelta a la cuadra y nuevamente llegó a la calle Lozano y Lozano. Esta vez no pasó de largo. Con todo y carro se metió dentro de la casa de su ex suegra. Rosa Luisa Caraballo López, hija de Ana y hermana de Mildred, entraba en esos momentos a la vivienda de esquina con una bolsa de pan. Ella no alcanzó a correr. El Nissan, de placas PAE-948 y de color rojo, se la llevó por delante y la arrastró hasta la sala tras tumbar la fachada de la casa. Ana, dos nietos y un primo también quedaron debajo de las llantas del carro, casi aprisionadas contra la pared que da a la cocina. Un televisor, un equipo de sonido, muebles y una mesa también fueron destruidos. Jarlinton no sufrió ni un rasguño. Bajó del carro y huyó a pie hacia su casa. Después, desapareció. Rosa Luisa, de 34 años, fue llevada a la Clínica Cartagena del Mar, en el Pie de La Popa. Los médicos dicen que llegó muerta. Su hija, de 10 años, resultó con golpes en una pierna, al igual que otro menor. Ana sufrió lesiones en la cabeza y la espalda. Lo que hizo Jarlinton no tiene nombre. En La Esperanza la piden a la Policía que lo capturen antes que salga de la ciudad.