Falsos policías intentaron atracar en Martínez Martelo

Cuatro hombres armados y vistiendo uniformes de uso privativo de la Policía Nacional ingresaron a una vivienda del barrio Martínez Martelo y amordazaron a una señora de 85 años de edad, quien estaba sola en la vivienda. El caso, que llamó la atención de los habitantes del sector, ocurrió entre las 10.30 y las 11 de la noche del viernes. Según los propietarios del inmueble, pese a que los delincuentes estuvieron en la vivienda por más de media hora, no se llevaron nada, gracias a la colaboración de la ciudadanía. La historia Mientras en muchos de los sectores de la ciudad, las mujeres disfrutaban de una noche para ellas, organizada por el Distrito, en la transversal 25 del barrio Martínez Martelo, una señora de 85 años de edad era víctima de maltrato por parte de cuatro hombres vestidos con uniformes de la Policía Nacional, que llegaron a su casa, no se sabe con qué intenciones. La señora, que en su rostro reflejaba la tristeza y temor por lo vivido, contó que estaba en la vivienda cuando sintió que alguien tocaba la puerta. Dice que fue a mirar quién era, y que al ver a un policía lo atendió, sin sospechar que algo podría ocurrirle minutos más tarde. Cuenta que el supuesto uniformado le explicó que estaban buscando a un ladrón, que al parecer se encontraba en alguno de los techos de las casas del sector. Al darse cuenta que era una autoridad, ella le abrió la puerta y permitió su ingreso. “El policía entró y fue conmigo hasta el patio y después de mirar hacia el techo dijo que el ladrón no estaba”, recuerda. Relata que mientras atendía al uniformado, otro entra y revisa una de las habitaciones de la casa. “Cuando venimos de regreso hacia la sala, el policía me agarra y me lleva a una de las habitaciones. Los hombres me amordazaron y tiraron al suelo”, narra la mujer. Vecinos se dan cuenta Mientras la señora vivía su odisea, varios de los vecinos sospechaban que algo raro estaba ocurriendo en la casa, ya que varios policías (4) estaban en el lugar. Algunos de ellos se comunicaron entre sí y comenzaron a estudiar la estrategia a utilizar para neutralizar el accionar de los delincuentes. Fue así como uno de ellos cruzó muy lentamente por el frente de la casa, y observó movimiento en la vivienda, aunque las luces estaban apagadas. “Se veía la sombra de una persona sentada. Además, el televisor estaba prendido”. Otro de los residentes en esa calle llamó por teléfono, pero nadie en la vivienda contestaba. Eso despertó aún más las sospechas, por lo que llamaron a una de las hijas de la señora y le dijeron que su casa estaba pasando algo raro. Cuentan los familiares de la señora, que uno de sus hijos llegaba al sector y que los vecinos le contaron que algo sucedía en la vivienda. Planearon cómo harían para saber sí ocurría algo extraño. Una vez acordado todo el esquema, el hijo de la señora entró a la casa. Pasaron pocos minutos cuando de dentro del inmueble se escuchó un grito de auxilio. Esta fue la palabra clave que acordaron y de inmediato se procedió a llamar a la Policía. Los hombres que habían entrado con prendas de uso privativo de la Policía salieron de civil. “Ellos, con sus armas de fuego intimidaron a los vecinos que estaban cerca de la casa y huyeron del sector”, comentaron algunos de los hijos de la señora. Dejan uniformes En su desesperación por huir del lugar, los delincuentes dejaron olvidados dos uniformes, que habían metido en una bolsa plástica. Unas de las prendas tenía la identificación Conrado H. Ayer en mañana, cuando se hacía el aseo en el cuarto donde encerraron a la señora encontraron un radio de comunicaciones, al parecer de los delincuentes. La preocupación reina en esa familia, ya que esta es la segunda vez que ocurre algo igual. Hace tres años, cuatro individuos que se identificaron como miembros de la Sijín ingresaron a la casa. En esa ocasión tampoco pudieron llevarse nada.