Faltan autores intelectuales en crimen de Ricardo Martínez

Los motivos que llevaron a la muerte al ingeniero Ricardo de Jesús Martínez Torres, hermano del ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez, aún no están claros. Lo que sí ha demostrado la Policía y la Fiscalía con su investigación es que en el crimen participó una banda de sicarios cartagenera que fue subcontratada por “Los Paisas”. Tres días antes del asesinato de Martínez Torres, esa misma organización local atentó contra un adolescente en el barrio Nuevo Porvenir para asustar a su madre, de quien se dice es una reconocida expendedora de droga en ese sector. El hecho ocurrió el 17 de abril. El sicario que le disparó al menor cerca de su casa fue el mismo que el 20 de ese mes acabó con la vida de Martínez Torres en la vía a Turbaco, mientras iba acompañado de su esposa Cecilia Mordecai, quien resultó herida. Una misma pistola calibre 9 milímetros fue utilizada en ambos hechos. Un examen de balística y un cotejo de los proyectiles extraídos de los cuerpos de las víctimas lo constaron. Esa situación, sumada a la declaración de un informante que cobrará parte de los 50 millones de pesos de recompensa que se ofrecieron para esclarecer el crimen del ingeniero Martínez Torres, le permitieron a la Policía desmantelar la organización sicarial conformada por seis personas, entre ellas una mujer en periodo de lactancia, que delinquía en la capital de Bolívar. Autores materiales El general Rafael Parra Garzón, subdirector de la Policía Nacional, asegura que desde el mismo momento en que ocurrió el homicidio, esa institución ordenó la conformación de un grupo especial de investigadores, integrado por miembros de las seccionales de la Sijín de Cartagena, de la Dijín y del CTI de la Fiscalía. El 23 de abril, tres días después de la muerte de Martínez Torres, se consiguió la primera captura. Ernesto Archibold Torres, de 24 años y apodado El Gordi, fue sorprendido en el municipio de Sabanalarga, Atlántico. Las diligencias demostraron posteriormente que era quien conducía la moto Suzuki AX-100, de color negro y placas BAO-20B, desde la cual se cometió el crimen. El general Parra Garzón confirmó que “El Gordi” se entregó al Ejército el 7 de septiembre del 2009 en el Bajo Baudó tras ser señalado como presunto miembro de la banda criminal “Los Rastrojos”. El 29 de abril se dio el segundo golpe. En Nuevo Porvenir fue retenido Senén Sánchez Gamarra, de 21 años y conocido como alias Barón. A este último lo involucraron inicialmente con el atentado de que fue víctima el menor en Nuevo Porvenir. Días después, sin embargo, los cotejos técnicos lo relacionaron como el “gatillero” en la muerte de Martínez Torres. A Archibold Torres y Sánchez Gamarra los judicializaron por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio y porte, fabricación y tráfico de armas, municiones y explosivos. Ambos fueron asegurados por un Juez de Control de Garantías y encerrados en la Cárcel de Ternera. Cuatro allanamientos La segunda parte de la investigación dio sus frutos el sábado. El primero en caer fue el cabecilla de la banda, Yeison González Llama, alias Yeison, de 29 años. Lo aprehendieron en el barrio Los Cerros. Ese mismo día, fue desmantelada la organización. En otros tres allanamientos, en Nuevo Porvenir y Nuevo Paraíso, fueron retenidos Miller Canencia Padilla, de 29 años; Israel Tapias Iriarte, de 23; y Yireidy Meza, de 18. Según la Policía, los dos primeros eran los encargados de hacerle seguimientos y vigilancia a las víctimas. A la mujer la utilizaban para transportar las armas. En muchos de los casos, ella se movilizaba en taxi con su bebé para esconder las armas antes y después de un crimen. A Yeison y los otros tres miembros de la banda, un Juez de Control de Garantías los aseguró en la madrugada del domingo por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio, porte ilegal arma de fuego o municiones, concierto para delinquir. A la mujer, por estar aún en periodo de lactancia, le concedieron casa por cárcel. Los demás fueron trasladados la Penitenciaría de Ternera. El subdirector de la Policía Nacional asegura que para desmantelar esta banda anali-zaron la información que entregaron 10 personas. Sólo una de ellas, dice el oficial, fue quien entregó los datos acertados. ¿Equivocación? Las hipótesis son muchas y aún no hay claridad. El general Parra Garzón dice que las inves-tigaciones siguen, porque faltan por caer los autores intelectuales del homicidio. “Una de las informaciones que se han venido manejando es que detrás de todo esto hay un enfrentamiento entre las bandas ‘Los Paisas’ y ‘Los Rastrojos’. “No descartamos esa versión, pero tampoco hay elementos de juicio para demostrar que así fue. No hay suficiente claridad en este asunto”, manifiesta el oficial, quien viajó ayer mismo de Bogotá a Cartagena para presidir la rueda de prensa. Entre las hipótesis que se han manejado por este hecho está también la de una presunta equivocación. Las autoridades, sin embargo, no se han atrevido a revelar los detalles de la investigación. A Ricardo Martínez Torres, de 62 años, le dispararon mientras conducía un automóvil que no era suyo. El crimen ocurrió antes del Cementerio Jardines de Paz.