José Florentino Pacheco Cabarcas, de 34 años, salió como todas las mañanas a realizar sus labores en el campo pero nunca regresó.
Su esposa, quien lo esperaba en la casa extrañó el hecho de que al terminar la tarde, el agricultor no hubiera vuelto.
Pero su preocupación aumentó al intentar infructuosamente de comunicarse al celular de su cónyuge. José Florentino no contestó el teléfono. Decenas de llamadas perdidas se registraron en el celular del agricultor que no fue hallado en el lugar donde ayer en la mañana encontraron su cadáver.
Y fue precisamente su esposa, quien preocupada por pensar que a su marido le había ocurrido algo salió a hacer una ronda por la finca alrededor de las 7 de la mañana.
La escena no pudo haber sido peor. La mujer encontró el cadáver ensangrentado de José Florentino en un sendero de la finca que administraba en Arroyo Las Canoas, corregimiento de Cartagena.
De acuerdo con las primeras versiones, el hombre habría muerto por un fuerte golpe que recibió en la cabeza. El cuerpo del hombre fue hallado sin ningún tipo de identificación.
José Florentino, era oriundo del municipio de El Guamo, Bolívar, y se desempeñaba como capataz de la finca donde fue hallado su cadáver.
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