Hallan muertos a diez colombianos en Venezuela

En tres sectores diferentes de la zona Sur del estado Táchira fueron hallados los cuerpos sin vida de 10 personas que podían ser los colombianos secuestrados en un estadio de fútbol de Chururú, municipio Fernández Feo, el 11 de octubre. En el sitio conocido como La Pita, de San Joaquín de Navay fueron reportados tres cuerpos; en Potosí del municipio Uribante se hallaron cinco cadáveres. En este sitio fue encontrado el único sobreviviente de la masacre, quien herido, fue considerado muerto por sus ejecutores. Fue trasladado a la localidad de Pregonero e internado en el hospital, en donde se le presta atención médica, bajo la custodia del CTIPC y efectivos d e la Guardia Nacional. Se le identificó como Manuel Junior Cortés, colombiano de 18 años. Él será el testigo fundamental de lo ocurrido. En Caño Tigre, Rectas de Ayarí del municipio Fernández Feo fueron encontrados dos cadáveres. Una declaración del Secretario General de Gobierno, Leomagno Flores, dio cuenta que se informó de cinco cadáveres más en el sector La Pita, región de El Nula. Flores dijo que la múltiple matanza es obra de grupos irregulares colombianos que operan en la zona Sur del Táchira, especialmente del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Flores visiblemente molesto por el hecho dijo que “Sólo falta que se hice la bandera del Eln en la plaza principal de El Piñal. El Comisario Jefe del Cuerpo Técnico de Investigaciones y Criminalísticas, Ramón Maldonado dijo que a las 10 d e la mañana salieron para los diferentes sitios, comisiones especializadas, acompañadas de diferentes autoridades, con le propósito d e realizar el levantamiento d e los cadáveres. Se recuerda que el domingo 11 de octubre irrumpieron en el campo de Chururú varios sujetos no conocidos en la zona y fueron llamando a lista a varios de los jugadores a quienes se llevaron en tres camionetas con rumbo desconocido. Testigos del hecho dijeron que los secuestradores habrían dicho que quines no tengan nada pendiente serán regresados. Y un tercero habría sentenciado “el que no la deba que no tema”. Esas aseveraciones sirvieron para desatar toda suerte de conjeturas y especulaciones. Se llegó a lucubrar que los secuestrados habrían tenido un enfrentamiento con un jefe guerrillero que habría sido quien los mandó a buscar.