Heydi resistió 12 cirugías, pero su corazón se debilitó

Heydi Garcés fue valiente. Durante 20 días soportó de todo, incluidas 12 operaciones. El viernes, después de permanecer cuatro días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Rafael, en Facatativá, Cundinamarca, su corazón se debilitó y falleció a causa de los cuatro balazos que recibió el 27 de junio pasado. La estilista, de 30 años y natural de Pasacaballos, fue sepultada el lunes, a las 4 de la tarde, en su pueblo natal. A Heydi le dispararon el mismo día en que fue asesinada su amiga y también paisana Ledis Julio Mattos. El victimario, Jorge Bermejo, de quien se asegura es natural de Cartagena, está preso en Funza y la semana que viene comenzará el juicio oral en su contra por homicidio agravado. Dayaney Garcés, hermana mayor de Heydi, dice que los tres balazos ella que recibió en el abdomen y el pecho le afectaron los intestinos y un pulmón. Una cuarta herida se la causaron en un brazo durante el forcejeo que sostuvo con el homicida, a quien logró balear en el estómago. “Mi hermana fue muy valiente, a pesar de que siempre la tuvieron entubada y la operaron 12 veces, siempre tuvo lucidez. Habló conmigo todos los días y hasta caminó, pero su corazón no aguantó más y murió el viernes, a las 10 de la noche, tres días después que la operaran por última vez”, cuenta. Antes de morir, asegura Dayaney, su hermana le contó todo lo que sucedió esa noche en una “rockola” en la carretera principal de Funza, en la vía a Mosquera, área metropolitana de Bogotá. Según le dijo la misma Heydi, el problema no era con ella. “No lo conocía” Heydi tenía apenas dos meses de estar viviendo en Mosquera. Rápidamente hizo amigos en esa población y consiguió trabajo como estilista. Allí se encontró con Ledis, quien ya llevaba seis viviendo en esa población. El día de los hechos, a Heydi la fueron a buscar a su casa Ledis y su amigo, Jorge Bermejo. “Ella no quería ir, pero la convencieron y se fue con ellos. A las 7 p.m. se apartó del estadero donde departían y se fue a un sai para hablar con mi mamá y preguntar por sus tres hijos, quienes se quedaron esperándola en Pasacaballos. “Recuerdo que ella dijo que había llamado porque tenía un mal presentimiento. Preguntó cómo estaban todos y casi no termina de hablar porque su amiga y el tipo ese la agarraron por el brazo para llevársela nuevamente para el estadero. Cuando caminaban por la calle, que estaba oscura, pasó lo que pasó”, relata Dayanei. Según le contó Heydi, Jorge Bermejo discutió con Ledis y de un momento a otro le disparó a la cabeza. Al darse vuelta, accionó su arma contra Heydi para “borrar testigos”, asegura Dayaney. La estilista cayó, pero cuando el agresor se le iba encima se levantó y forcejeó con él. Un cuarto balazo que iba directo a la cabeza logró aguantarlo con su brazo. El quinto proyectil salió contra Bermejo ante el esfuerzo físico de la víctima por defenderse. El asesino quiso rematar a la mujer al desplomarse nuevamente, pero la presencia de unos militares lo obligaron a huir. Lo capturaron antes que saliera del pueblo. “Mi hermana me dice que nunca había visto a ese tipo. Lo conoció ese día porque se lo presentó Ledis. Heydi no tuvo nunca ninguna clase de relación con ese tipo. Unos días antes de morir, Heydi me decía que no se explicaba por que se había ensañado contra ella”, recuerda Dayaney. En casa de la víctima, en la calle de El Tamarindo, en la entrada a Pasacaballos, están orgullosos por las fuerzas que siempre mantuvo Heydi para luchar contra la muerte. También piden castigo para el culpable.