Hugo se mató en su moto al esquivar un perro

A Hugo Bolaños Pereira, su mujer y tres de sus hijos lo esperaban para desayunar.
Todos los días, a las 9 de la mañana, el mototaxista llegaba a su hogar con 10 mil pesos para comprar leche, huevos y pan para que sus hijos comieran.
A Bolaños le faltaba poco tiempo para llegar a su casa, en el sector Campo Bello, en Nelson Mandela, cuando un perro se le cruzó en su camino. Eran las 8:45 de la mañana de ayer.
El mototaxista esquivó al animal para no arrollarlo con su moto, pero al hacerlo, perdió el control del vehículo y se estrelló, según cuentan testigos del suceso.
El hombre, de 46 años, se golpeó violentamente contra el pavimento y no pudo levantarse más.
El mototaxista no llevaba puesto el casco, por lo que el golpe más fuerte lo sufrió en la cabeza.
El cuerpo sin vida de Bolaños Pereira quedó tendido en la carrera 82 del barrio San Fernando.
“El señor iba a velocidad normal en su vía cuando el perro se cruzó la calle. Él le hizo zigzag, pero se cayó. Llegamos a auxiliarlo, y fue cuando nos dimos cuenta que estaba muerto”, dice un testigo de lo ocurrido.
Otro testigo dice que el perro que causó el accidente logró sobrevivir.
Les avisan de la tragedia
Samir Bolaños, hijo de la víctima, se enteró de lo ocurrido cuando llegó a la construcción en el barrio Blas de Lezo donde trabaja como albañil.
“Cuando llegué al trabajo y mi jefe me llamó pensé que me iba a regañar porque había llegado tarde. Pero me dijo que llamó al celular de mi papá a preguntar por mí y le contestó un policía diciéndole que mi papá estaba muerto en una calle de San Fernando”, dice Bolaños.
Incrédulo por las palabras de su jefe, el joven llamó a su madre y ésta le corroboró la terrible noticia.
Samir Bolaños llegó al sitio de los hechos y se abrió paso entre la multitud tratando de llegar hasta el cuerpo sin vida de su padre. La Policía se lo impidió.
Él, sin embargo, permaneció en el sitio la hora y media que duró la diligencia de levantamiento del cadáver. A las 10:20 de la mañana de ayer, el cuerpo de Hugo Bolaños fue trasladado a Medicina Legal.
Trabajador incansable
Hugo Bolaños era el sostén de su familia. Su muerte deja a su esposa impotente y atada de manos.
Ahora su hijo Samir Bolaños, de 22 años, tendrá que tomar las riendas de la casa y ayudar a sus hermanos menores, incluido un bebé de tres meses de nacido.
“Voy a sacar adelante a mi familia, mi papá eso fue lo que me enseñó. Mis hermanos no van a sufrir”, enfatiza el joven.
Hugo Bolaños era mototaxista desde hacía nueve años. Antes laboró como albañil, pero debido a la escasez de trabajos, se dedicó al mototaxismo.
Un allegado cuenta que no había día de descanso para él. Trabajaba incluso los domingos para asegurar la comida de sus hijos.
Todos los días salía de su casa a las 5 de la mañana, y regresaba a las 9 para llevar el dinero del desayuno.
A las 11 de la mañana salía nuevamente para seguir trabajando y volvía a las 4 de la tarde con la plata de la cena.
Allí no se acababa el día para Bolaños Pereira, ya que dice su hijo, a las 6 regresaba nuevamente a la calle y sólo hasta las 10:30 llagaba a su casa a descansar.
“Él era un hombre muy trabajador y responsable. Se mataba en esa moto para conseguir la cuota porque no era propia y poder tener para los gastos de su casa. Hugo no merecía morir de esa manera”, dice un familiar.
El cuerpo del motaxista es velado en su casa y su sepelio se cumplirá hoy.