Iba por el hijo, pero mató al padre

Sin embargo, el hombre, de 77 años, perdió la vida por los problemas de su hijo.
Justino Torres fue asesinado el sábado, a las 9 de la noche, en su casa en la calle Arroyito, en Pasacaballos.
La víctima dormía en el cuarto principal de la vivienda cuando entró un sujeto y le disparó en tres oportunidades.
El sicario utilizó una pistola 9 milímetros para segar la vida de Torres. Una bala se alojó en su cabeza y las restantes en su pecho.
José Torres Espinosa, hijo de la víctima, relata que al momento de los hechos su padre estaba en compañía de su esposa y una sobrina. Ambas veían televisión cuando apareció el sicario.
“Ellas tenían la puerta de la casa abierta, y lo que me dicen es que de un momento a otro se metió un tipo que tenía puesto un casco, abrió la cortina del primer cuarto y desde allí disparó tres veces. Después salió corriendo de la casa”, dice José Torres.
El sicario salió de la vivienda y huyó en una motocicleta en la que lo esperaba su cómplice, la cual estaba como a una cuadra del lugar.
Vecinos de Justino Torres llegaron a la casa de éste cuando escucharon los gritos de su mujer, pero nada pudieron hacer para ayudarlo. Ya era tarde, estaba muerto.
“Cuando la esposa empezó a gritar ‘me lo mataron, me lo mataron’, la gente pensó que era a su hijo por los problemas que ya había tenido, pero fue una sorpresa desagradable ver que le habían dado era a Justino”, dice un conocido de la víctima.
El sicario se equivocó
Según la Policía, el sicario que asesinó a Justino Torres llegó buscando a uno de sus hijos, que se encuentra convaleciente luego de un atentado que sufrió. Hace sólo ocho días le dieron de alta en la Clínica San Juan de Dios.
Dicen las autoridades, que el joven fue baleado el 4 de mayo pasado, en el barrio Las Brisas.
Supuestamente, el ataque estaría relacionado con un arma que le fue incautada durante una requisa en el barrio El Zapatero, lo que habría originado un problema al interior de la banda a la que supuestamente pertenece.
Una persona, que por seguridad prefirió ocultar su identidad, dice que los sicarios estaban rondando la vivienda de la familia Torres y, al parecer, habrían observado a su víctima descansando en el cuarto principal de la casa.
“Él como todavía no puede casi ni caminar porque salió hace poco de la clínica, pasaba sentado en la sala o un rato en la terraza. Ayer (sábado) se acostó temprano, pero se fue a dormir en el último cuarto y dejó a su papá acostado en el primero. Cuando llegó el asesino Justino estaba arropado, así que el sicario no le vio la cara, sólo le disparó”, dice.
Justino Torres, padre de 9 hijos, era pensionado. Su cuerpo es velado en su vivienda en la calle Arroyito, en Pasacaballos.
Su sepelio se cumplirá hoy, en el cementerio del corregimiento.