Infante de Marina asesinó al empresario Germán Duperret

La ambición por el dinero de Nohora Paola Martínez Sánchez la llevó a planear fríamente el asesinato de su compañero sentimental, el reconocido empresario barranquillero asentado en Cartagena hace 40 años, Germán Enrique Duperret, con quien sostuvo una relación por más de un año.
La joven, casi cuarenta años menor que él, sabía que sola no podría materializar su plan macabro. Por ello su  amante, el infante de Marina Ramón Andrés Múnera Arias, se convirtió en su cómplice.
El integrante de la Armada Nacional fue quien el 3 de abril pasado, apretó el gatillo de un revólver, calibre 38, contra Germán Duperret, mientras este montaba su bicicleta en la carretera Troncal de Occidente, en jurisdicción de Malagana.
El empresario cayó al piso herido de muerte por los tres disparos que recibió, mientras su asesino huía en su motocicleta marca Honda, de color negro.
No hay certeza si al momento del homicidio, el infante de Marina estaba acompañado.
Se acaba la farsa
El día del homicidio del empresario, la compañera sentimental de Duperret y un amigo de este se iban a encontrar con él.
Duperret salió de su casa en Bocagrande en la madrugada, y Nohora Martínez y el amigo salieron tres horas después para encontrarse con Duperret en la Cruz del Viso. Sin embargo, el ciclista los espero un rato, y debió impacientarse, porque decidió seguir por la carretera de San Onofre hacia su finca.
Como al llegar al Viso Duperret no aparecía, ella dice que lo llamó a su celular pero no le contestó. Le aseguró a la Policía que se preocupó porque estuviera involucrado en un accidente, así que conjeturando con el amigo acerca de la hiperactividad de Duperret, concluyeron que debería haber continuado en la ruta hacia la finca, y salieron en la misma dirección.
En su declaración señaló que cuando iba en la vía observó a varios vehículos detenidos y al acercarse, vio el cuerpo de su esposo tendido en la carretera. Una fuente le contó  a  El Universal que el cadáver estaba a unos tres kilómetros más allá de El Viso sobre la carretera a San Onofre.
Nohora Martínez pareció convincente, por lo que en un primer momento las investigaciones no la apuntaron como culpable.
Sin embargo, con el paso de los meses, varias inconsistencias en su versión le dieron un giro a la tesis que inicialmente construyeron los investigadores con respecto al caso.
Las dudas que surgieron en los uniformados y las labores de seguimiento e interceptaciones, los llevaron a identificar al infante de Marina Ramón Andrés Múnera Arias, como actor material del crimen.
El integrante de la Armada Nacional fue capturado por la Policía el 23 de septiembre pasado.
Con la captura de Múnera Arias, la farsa de Nohora Martínez se cayó como un castillo de naipes.
 La mujer fue retenida el martes pasado, en el apartamento de un amigo suyo en el barrio San Fernando. Martínez sabía que la Policía la estaba buscando, por lo cual estaba lista para abandonar la ciudad. Las maletas quedaron hechas.
La prueba reina
La prueba principal que aportaron los investigadores de la Sijín para que se dictara la orden de captura contra Martínez, fueron las llamadas que ésta hizo a su amante el día del homicidio de Duperret.
Según contó un investigador, la primera llamada al celular del infante de Marina entró en la madrugada, minutos antes de que  Duperret salieran de su apartamento rumbo a la Troncal de Occidente, donde  montaría su bicicleta.
Luego de ello, la mujer lo volvió a llamar dos veces más, se presume que para entregarle detalles de su ubicación.
La última llamada de ese fatídico día para Duperret, se produjo cuando la mujer halló el cuerpo sin vida del empresario tirado en la carretera.
Infidelidad y traición
La relación entre Germán Duperret y Nohora Martínez no pasaba por un buen momento.
Cartas halladas por los investigadores de la Sijín en la casa donde vivía la pareja, dejaban claro que afrontaban problemas y que Duperret estaría pensando en terminar la relación sentimental con Martínez.
No hay certeza si el empresario sabía que su mujer le era infiel, y por ello querría dejarla. Lo que sí es claro es que Nohora Martínez lo engañaba desde hacía mucho tiempo.
Las pesquisas de los investigadores asignados al caso, revelaron que la mujer tenía encuentros con su amante en el apartamento que compartía con Duperret. Incluso muchos de ellos se dieron cuando el empresario se encontraba hospitalizado por una cirugía que le practicaron en la columna.
“El amante frecuentaba el apartamento de ellos, e incluso la acompañaba al gimnasio”, dice un investigador.

La víctima
Germán Enrique Duperret, de 64 años, era gerente de ventas en la sede de Cartagena de Smurfit Kappa Cartón de Colombia. El empresario nació en Neiva, pero vivió varios años en Barranquilla, donde residen algunos de sus familiares, por lo que lo consideraban oriundo de esa ciudad. Duperret, que se asentó hace 40 años en Cartagena, fue el primer presidente de la Asociación de Ciclismo Senior Master de Bolívar. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre íntegro, jovial y dedicado a sus hijos. Su asesinato causó conmoción entre sus amigos y familiares, ya que sabían que no tenía amenazas de muerte explícitas en su contra.




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