Investigan homicidio en San Fernando

Todo estaba en calma la mañana de ayer en la ciudad hasta que las balas volvieron a sonar, esta vez en San Fernando, y le llevaron el luto y el dolor a una familia.
A las 10:20, un sujeto armado se ensañó con Juan Carlos Blanco Naranjo. Lo sorprendió en un negocio de máquinas tragamonedas, que está en una esquina entre la calle Libertad y la vía principal del barrio, y le dio cuatro balazos.(Lea: Lo asesinan mientras pintaba)
Dicen que la víctima, un conductor de microbús, de 42 años, recibió un proyectil en la cabeza y los demás entre pecho y abdomen. El sicario huyó en una moto, en la que lo esperaba su compinche, y personas del lugar intentaron auxiliar a Juan Carlos Blanco.
Todos los esfuerzos resultaron en vano porque los balazos fueron fulminantes y le quitaron la vida en el acto.
Instantes después del hecho, la Policía llegó al lugar y de inmediato se inició una operación para atrapar a los sicarios. Pese a todos los esfuerzos y al plan “candado” que se implementó para cerrar todas las vías posibles de escape, los asesinos huyeron.
Hasta ahora las autoridades desconocen los móviles del crimen y con las pistas que tienen buscan a los responsables.
Cerca de su casa
Blanco Naranjo vivía en la calle Central de San Fernando, a pocas cuadras de donde lo mataron. Allegados al hombre comentan que manejaba microbuses en las noches y en el día se ganaba un dinero extra haciendo otras labores. Precisamente, eso hacía ayer.
El hombre llegó al negocio Refresquería y Terraza Daniela, donde hay varias máquinas tragamonedas, a tempranas horas de la mañana.
Allí empezó a pintar las paredes. Vecinos del sector dicen que los dos sujetos en una moto empezaron a merodear por el lugar y pasaron varias veces por el negocio que pintaba Juan Carlos Blanco.
Todo indica que a las 10:20 de la mañana, cuando los delincuentes tenían identificado su objetivo, decidieron atacar.
Lo persiguen
Testigos aseguran que Juan Carlos Blanco estaba pintando cuando vio al par de sujetos en moto llegar. Descubrió las oscuras intenciones de los dos hombres cuando el parrillero de la moto sacó un arma.
“El sicario le disparó dos veces, pero Juan Carlos se metió en el negocio de maquinitas para evitar que le dieran. Fue entonces cuando el sicario lo persiguió y se metió al negocio también. Juan se trepó al mostrador, lo sobrepasó y se escondió detrás de este, pero hasta allí lo siguió el sicario y le disparó varias veces más”, relata un testigo.
La noticia del asesinato se regó como pólvora y en un santiamén en el sitio se agolpó una multitud de curiosos.
Tiempo después del crimen, llegaron integrantes del CTI de la Fiscalía a realizar la inspección judicial del cadáver. El proceso fue dispendioso y solo hasta la 1:30 de la tarde terminaron con la labor.
Casi a esa misma hora aparecieron en la escena los parientes de Juan Carlos Blanco, que aún no terminaban de creer su trágico fin.