Juez Quinto presidirá juicio por crimen pasional en El Pozón

La muerte de Carmen Rosa Solano Zabala fue en medio de una historia de intriga, celos, discusiones y agresiones mutuas que terminó en la madrugada del pasado primero de marzo en la puerta de una casa en el barrio El Pozón, sector 20 de Enero. Su presunta agresora fue su rival en el amor por su compañero: Jarly María Arrieta. El próximo 24 de junio, el Juez Quinto Penal del Circuito de Cartagena con funciones de Conocimiento dará inicio al juicio oral que busca demostrar si Jarly es culpable o no de ese crimen con tintes pasionales. La versión de lo que pasó ese día, a la 1 a.m., en casa de Jarly, se la ha contado a la Policía, a sus familiares y a los amigos de la víctima la segunda de los tres hijos de Carmen Rosa. La menor asegura que su mamá no soportó que su papá las dejara “tiradas” en el estadero donde departían y comían para ir a dormir con su otra mujer en El Pozón. Carmen Solano agarró una moto a esa hora y con su hija se fue al 20 de Enero. Desde la puerta le gritó a su marido que saliera, pero como no le respondían, tomó en sus manos varias piedras y las lanzó contra la puerta. También sujetó la puerta de hierro para destruirla. Róbinson, su marido, salió minutos después para calmarla, pero no lo consiguió. Lo que buscó fue un ataque iracundo de su compañera. La hija de ambos no pudo hacer nada para separarlos. Quien si se metió en la riña fue la otra mujer de Róbinson. Jarly salió de la vivienda con una olla de agua hirviendo. Sin dudarlo, se la lanzó a su rival. Carmen sufrió quemaduras en su rostro y el pecho. Jarly intentó rematarla con un cuchillo que llevaba escondido en su vestido. Róbinson se lo impidió y logró quitarle el arma. Lo que nadie esperaba es que Jarly fuera preparada al ataque. De su vestido sacó otro cuchillo y se lo incrustó a Carmen en el pecho, cerca del corazón. A Jarly la capturaron antes que abandonara el 20 de Enero.