“Esto es pa’ que respetes a los hombres”. La sentencia de muerte para Shirley Sánchez la dictó su exmarido segundos antes que le disparara siete veces el martes pasado, a la 1:30 de la tarde, en el sector La Arrocera, en Olaya.La mujer, de 27 años y oriunda de Chinchiná (Caldas) metió las manos para salvarse.
Un milagro y a mala puntería del sujeto por estar borracho la tienen contando su historia.
Una bala le atravesó el brazo izquierdo y otra le rozó la mano del mismo lado. El individuo cargó dos veces su revólver y en tres ocasiones se encasquilló.
Shirley Sánchez llegó ayer a Medicina Legal para sustentar la denuncia que se viene contra Carlos Ariel Cardona, su exmarido.
La historia
La mujer se vino a Cartagena con Cardona hace cuatro meses. Su relación de un año y medio con alias ‘el Bombillo’ estaba marcada por las constantes peleas.
“Él toma mucho y nos agredíamos los dos. Él me pegaba y yo lo aruñaba, hasta que me aburrí y le dije que mejor termináramos. Eso fue hace un mes. Su respuesta fue que el que ríe de último ríe mejor”, cuenta la mujer.
Ella no imaginó lo que su exmarido estaba dispuesto a hacer.
“Carlos se puso a tomar desde el lunes pasado con unos amigos. El martes cuando hacía el aseo, llegó a la cocina y me vació el tambor del revólver. Como se le acabaron las balas, volvió a recargar el arma”, manifiesta Shirley Sánchez.
De nada sirvieron sus súplicas. ‘El bombillo’ siguió disparando. Una bala le rozó la mano mientras ella se cubría la cabeza y otra le atravesó el brazo izquierdo.
El agresor salió de la casa y desde ese momento es buscado por la Policía.
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