La matan mientras jugaba cartas

“Te vengo a matar”. Eso le dijo el asesino a Laila del Rosario Guzmán Velázquez antes de dispararle en 3 oportunidades, con un revólver calibre 38.La mujer, de 38 años, recibió un disparo en el cuello, otro en el pecho y el último en el abdomen.
El cuerpo sin vida de Guzmán Velázquez quedó tendido sobre la mesa en la que minutos antes jugaba cartas con algunos de sus vecinos del sector Cristo Rey del barrio San José de los Campanos.
El crimen ocurrió el jueves, a las 8:30 de la noche.
El asesino llegó a pie y disparó contra la mujer, sin importar la cantidad de personas que se encontraban cerca de la víctima.
Después de cometer el crimen, el sicario corrió hacia una calle que comunica a San José de los Campanos con la urbanización La Carolina.
Allí, al parecer, lo esperaba su cómplice en una motocicleta. Ambos huyeron con rumbo desconocido.
Testigos dicen que nadie se atrevió a impedir que el sicario huyera, ya que amenazó con disparar a quien lo siguiera.
“Tenía el revólver en la mano y dijo que iba matar al que se metiera. Nadie pudo hacer nada. El sicario tenía puesto un suéter rojo con el número 8 en la espalda. Eso es todo lo que sabemos de él”, dice un testigo en el lugar de los hechos.
La estaba rondando
Era costumbre que Laila Guzmán se sentara en la terraza de una casa, contigua a la suya, para jugar cartas con sus vecinos.
Dice su hermano Yolimar Ospino, que ella salió desde las 7 de la noche del jueves, y se sentó a jugar cartas.
“Eso era rutina para ella, siempre hacía lo mismo. Laila salió, se sentó, al rato llegó el asesino y le disparó”, dice Yolimar Ospino.
El familiar cree que el sicario la estaba rondando desde temprano y esperó el momento para acercase a ella y dispararle.
“Seguro que ya la tenían vista. Algunas personas nos dicen que ya lo habían visto rondar, pero cuando llegó la Policía nadie dijo nada, sólo que tenía un suéter rojo”, dice el hermano.
Sin amenazas
Familiares de la víctima dijeron que ésta no tenía amenazas de muerte y tampoco le conocieron enemigos.
“Si tenía algún problema se lo guardó para siempre porque nunca comentó nada”, dice una cuñada de la víctima.
Sin embargo, su hermano Yolimar Ospino, piensa que su asesinato podría estar relacionado con un lío de faldas.
“Mi hermana era una mujer soltera y podía salir con quien quisiera. No sabemos si eso tendría que ver con su asesinato, de todas maneras le corresponde a la Policía investigar”, dice Ospino.
Un allegado de la víctima comentó que un ex marido de ella, fue asesinado en septiembre de 2009, en el sector Revivir del barrio San José de los Campanos.
El cuerpo del hombre, identificado como Marlon Alonso Ríos Musalve, fue hallado en estado de descomposición. La víctima la encontraron ocho días después de que sus familiares reportaron su desaparición.