Le cercenaron la mano

Ir a poner la queja a los papás de quienes le pegaron, le salió muy caro a Orlando de la Rosa Burgos. El joven, de 17 años de edad, recibió un machetazo que le cercenó la mano. Los hechos ocurrieron el martes, a las 9:00 de la noche, en la Carrera 6 del corregimiento de Pasacaballos. Orlando relató a la Policía que él se encontraba en la plaza principal de Pasacaballos, probando una motocicleta, cuando fue atacado por otro joven identificado como Darío Ahumedo, quien en compañía de varios jóvenes lo bajaron de la moto y lo agredieron a palo. “Le dieron hasta que se cansaron y después lo dejaron tirado. Él como pudo se paró y fue hasta la casa de su agresor a ponerle la queja a los papás porque no era la primera vez que lo agredían”, dijo una allegada del joven. Cuando se acercaba a la residencia de sus agresores, otro joven identificado como Eduar Padilla, amigo de quienes lo golpearon, lo increpó por llegar a poner quejas. “Le dijo que se fuera y como Orlando no quiso, sacó un machete y le tiró a la cabeza, como él metió la mano, se la cortó de un tajo”, relató una persona que fue testigo de lo ocurrido. El menor fue llevado por un vecino al puesto de salud de Pasacaballos y de allí remitido a la Clínica San Juan de Dios. Otro vecino tomó la mano de Orlando, la metió en hielo y la llevó a la Clínica para que los médicos se la reimplantaran. Allegados a la víctima, dijeron que no es la primera vez que el joven es agredido. “Ese problema con los otros muchachos es de hace tiempo. Ellos le tienen envidia y donde lo ven lo convidan para pelear. El domingo pasado se dieron trompadas en una fiesta, pero esto ya es lo último”, dijo una conocida de la víctima. Para los médicos que atienden a Orlando de la Rosa, su caso es muy delicado ya que no hay certeza de que la operación para reimplantar la mano sea exitosa. Las próximas 72 horas serán cruciales para el joven de 17 años de edad. “Día a día tenemos que observar la evolución de la mano. Al joven se le hizo una cirugía vascular y de nervios. Sólo resta esperar que sea una operación exitosa y que el paciente se recupere satisfactoriamente”, dijo Antonio Marzan, director científico de la Clínica San Juan de Dios. El joven agresor se entregó el mismo día de los hechos a la Policía. Por ser menor de edad, fue recluido en Asomenores.