Lo arrolló una volqueta

“No puede ser, no es él. Esto es una pesadilla”, gritaba la esposa de Julio Urbina Barrios, al ver a su esposo, con quien compartió 50 años de su vida, muerto en la carretera La Cordialidad. La mujer se aferraba con fuerza a sus dos hijas y les pedía en medio de su llanto que la despertaran porque ella estaba viviendo una pesadilla. Pero no se trataba de un mal sueño, su esposo había muerto al caer debajo de las llantas de una volqueta de placas DDA 455 cuando perdió el control de la motocicleta que conducía. Según testigos del accidente que ocurrió ayer, a las 9:30 de la mañana en la carretera La Cordialidad, a la altura de la urbanización La Carolina, Julio Urbina intentó sobrepasar la volqueta, la cual se dirigía en su mismo sentido, hacia la Terminal de Transportes. “El señor venía detrás de la volqueta, la intentó sobrepasar por la derecha pero se encontró con un charco, la moto trastabilló y el señor perdió el control y se cayó quedando debajo de las llantas de la volqueta”, dijo el testigo. Otro aseguró que el conductor de la volqueta, la cual salió de un parqueadero de Transcaribe y transportaba escombros, no se percató de que el motociclista cayó en la vía y lo arrolló. “El de la volqueta no lo vio, así que no tuvo tiempo de frenar. Las llantas le pasaron por encima. El señor murió enseguida”, dijo otro testigo. El conductor de la volqueta se entregó a la Policía, mientras se determina su responsabilidad en el accidente. Iba para su casa Julio Urbina de 68 años de edad, se dirigía hacia su casa en la urbanización Juan Pablo Segundo en el barrio Villa Estrella, donde lo esperaba su esposa. Le faltaba poco para llegar cuando la tragedia se cruzó en su camino. Un conocido de la familia, quien presenció el terrible accidente, fue quien dio aviso de lo ocurrido. Dos hijas de Julio y su esposa salieron apresuradas de su casa a ver lo que había sucedido. “No puede ser que haya muerto de esa manera tan cruel. Él era un buen hombre y no se lo merecía”, decía una de sus hijas en medio del llanto. Las mujeres se sentaron a un lado de la vía, a esperar que las autoridades hicieran el levantamiento del cadáver. Se conoció que Urbina Barrios no le gustaba mucho salir en su motocicleta, pero como ayer no consiguió transporte, decidió ir en ella a hacer unas diligencias. Una allegada de Julio Urbina dijo que hace sólo un mes habían celebrado las bodas de oro de Julio y su esposa. “Estaban muy felices ese día. Ellos se adoraban y se la pasaban juntos. Ella se desvivía por él”, dijo la allegada. El cuerpo del Julio Urbina, quien trabajaba en oficios varios, es velado en su casa. Su sepelio se cumplirá el día de hoy.