Lo asesinan en un atraco

Jairo Alonso Zuluaga Zuluaga tenía por costumbre ir los lunes, miércoles y viernes al Mercado de Bazurto a comprar frutas y verduras para surtir su negocio.
Las autoridades creen que esa información también la sabían los hombres que ayer, a las 2:30 de la madrugada, acabaron con su vida en el barrio Bellavista, en Turbaco.
Zuluaga, de 45 años y oriundo de Medellín (Antioquia), salió minutos antes de su casa en el mencionado barrio y llevaba en un bolso 2 millones 500 mil pesos.
Al parecer, el hombre caminaba rumbo a la carretera Troncal de Occidente cuando fue interceptado supuestamente por dos sujetos en una motocicleta.
Lo que sucedió después se desconoce. Jairo Zuluaga fue hallado en el piso agonizando.
El vigilante que lo encontró lo trasladó al Hospital Local de Turbaco, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. La víctima falleció por el disparo que recibió en el pecho, a la altura del corazón.
Se presume que los delincuentes lo siguieron desde que salió de su vivienda.
A Zuluaga le encontraron todos sus documentos, lo que no hallaron las autoridades fue el dinero que él llevaba, lo que hace presumir que el asesinato se produjo en medio de un atraco.
Entre la hipótesis de la Policía se maneja que la víctima se opuso a entregar el dinero y le dispararon. Se sabe que los homicidas estaban a bordo de una moto, ya que personas que viven cerca del lugar de los hechos dijeron haber escuchado en la madrugada de ayer, el sonido de uno de esos vehículos.
“Nos dijeron que lo habían encontrado baleado en la calle y lo llevaron al hospital, pero cuando llegó ya estaba muerto. No sabemos más nada de lo ocurrido. En su casa nadie escuchó los disparos porque estaban durmiendo”, comentó un allegado al comerciante.
La víctima
Jairo Zuluaga llegó a Turbaco cuando tenía 15 años. Durante casi 20 años trabajó duro para conseguir su propio negocio. Fue así como logró montar en el barrio Bellavista una carnicería en donde también vendía frutas y verduras.
Sus vecinos se mostraron consternados con la noticia, ya que lo conocían como un hombre servicial y una persona que siempre estaba presto a colaborar.
“Por aquí no hay nadie que pueda decir nada malo de él. Hasta lo ‘acomodaba’ a uno cuando no alcanzaba la plata. Era muy buena gente y es una lástima que lo hayan matado así”, dice una vecina.
Allegados al comerciante  e incluso la Policía descartan que su homicidio tenga causas sicariales, pues dicen que no tenía amenazas ni problemas con nadie.
“Él era muy popular en el barrio. Nadie lo pudo haber amenazado porque no tenía problemas, al contrario ayudaba a todo el que podía. Estamos seguros que lo mataron para quitarle la plata con la que iba a surtir el negocio”, dice un familiar.
El cuerpo de Zuluaga será trasladado hoy a Medellín, donde lo esperan sus familiares para las exequias.