Lo asesinan por la espalda

Eugenio Manuel Coronado Jiménez estaba sentado en la puerta de uno de sus negocios, de espaldas a la calle, cuando un sujeto se le acercó y le disparó en cinco oportunidades.
Eugenio Coronado, de 50 años, no tuvo tiempo de reaccionar. El comerciante se cayó de la silla donde estaba sentado, mientras que el sicario aprovechó para correr hacia la moto donde lo esperaba su cómplice.
Un familiar de la víctima la trasladó a la Clínica Regional del Caribe, y de allí fue remitida a la Clínica Madre Bernarda, donde murió.
El homicidio ocurrió el domingo, a las 9 de la noche, en el sector El Edén, en el barrio Nelson Mandela.
Hablaba con su familia
Sindy Coronado, hija de la víctima, asegura que su padre hablaba con ella y su madre minutos antes del atentado.
“Los tres estábamos sentados en el negocio de venta de comidas rápidas de espalda a la calle. Mi mamá y yo nos paramos a hacer algo y lo dejamos solo. A los pocos minutos escuchamos los disparos y cuando salimos lo encontramos tirado en el piso”, dice Sindy Coronado.
Testigos le aseguraron a la Policía, que el sicario llegó caminando hasta donde su víctima y  le disparó a quemarropa.
Dicen además que el sujeto después de balear a su víctima, corrió una cuadra y se montó como parrillero en una motocicleta de color negro.
“Nosotros lo llevamos a la clínica que queda aquí en Mandela, y después a la Madre Bernarda porque estaba muy delicado. Nos dijeron que los disparos los recibió en el abdomen y el tórax. Él murió cuando lo estaban operando”, añade la familiar.
Desplazado por la violencia
Hace 19 años, Eugenio Coronado Jiménez llegó con su familia a Cartagena proveniente de Apartadó (Antioquia).
Estaba huyéndole a la violencia que arreciaba en esa zona del país.
La suerte en la ciudad parecía sonreírle, y en poco tiempo logró levantar su propio negocio.
En el sector Belén, en Nelson Mandela, montó un billar.
Años más tarde, incursionó en el negocio de venta de comidas rápidas con un negocio que puso en el primer piso de su vivienda.
Sus familiares dicen que todo marchaba bien y que nunca tuvo problemas con nadie, por lo que descartan que su homicidio tenga relación con su actividad comercial.
La hija de la víctima, asegura que su padre nunca recibió amenazas de muerte en su contra, ni era extorsionado por delincuentes.
“Nunca lo escuchamos o vimos preocupado por amenazas o extorsiones. Creemos que su homicidio no está relacionado con eso. Queremos que se investigue qué fue lo que pasó y por qué lo mataron”, dice Sindy Coronado.
La Policía no reportó la captura de los homicidas, ni los posibles móviles de este crimen.
El cuerpo de la víctima, que era padre de dos hijos, será velado en su residencia en el sector El Edén, en Nelson Mandela.