Lo matan al bajar de una camioneta

Seis balazos convirtieron a Harold Luis Bonilla Silva, de 39 años, en la última víctima de los 140 homicidios que han ocurrido este año en Cartagena y en la número 79 del sicariato. Sicarios en moto acabaron con su vida el jueves, a las 9:25 de la noche, en la carrera 80 del barrio La Consolata, frente a la iglesia María Nazareth. Bonilla residía en el barrio San Antonio, calle La Floresta, pero llegó a ese sector para reunirse con una persona que le puso una cita. El comerciante llegó acompañado de un tío y otros familiares en una camioneta marca Toyota, de su propiedad. Él fue el único en bajar. Caminó unos metros para encontrarse con un hombre que le iba a entregar una nueva cédula de ciudadanía porque la de él se extravió. En el trayecto, le contaron los testigos a la Policía, aparecieron dos hombres en una moto. Uno de ellos se le fue por la espalda y le disparó a quemarropa. Bonilla Silva murió en el acto. Junto a su cadáver quedaron seis casquillos calibre 9 milímetros. Edwin Silva, tío de la víctima, dijo a los investigadores del CTI de la Fiscalía y de la Sijín qué desconocía con quién se iba a reunir Harold Bonilla. El familiar corroboró que éste trabajaba de manera independiente. La Policía no ha reportado capturas por este hecho. Desde hace 13 días no sucedía un hecho de esas características en la ciudad. La última víctima de los sicarios había sido el comerciante de vehículos Guillermo Baena Cavadía, a quien balearon cuando llegaba a su negocio, en el barrio Lo Amador, frente a la Avenida Pedro de Heredia. El crimen ocurrió el 23 de julio, a las 5:30 de la tarde. En una rápida persecución, la Policía capturó a los sicarios cuando huían en un auto particular por el barrio Crespo, presumiblemente hacia Barranquilla. Los dos individuos fueron asegurados por un Juez de Control de Garantías.