Lo matan dentro de su casa

“Que Dios te perdone todas las que hicistes”, fueron las palabras de una señora que observaba a miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, cargando el cadáver de un joven asesinado ayer en el barrio Amberes. Decía que aunque no era para celebrar, por lo menos su familia descansaría de las acciones irregulares de la persona asesinada. En virtud de declaraciones similares, la Policía maneja la hipótesis de que lo ocurrido puede obedecer a una posible venganza o ajuste de cuentas. Gélver Ramos Suárez, de 24 años de edad, fue macheteado, cuando estaba sentado en la sala de su casa. El hecho ocurrió en su casa, en la Calle 20 de Julio del barrio Amberes, hacia las 8:15 de la mañana, cuando apenas muchos se levantaban y el sector estaba solitario. Según versiones preliminares de las autoridades y de algunos vecinos del lugar, hasta la sala de la vivienda llegó otro joven de contextura delgada, de tez morena y de aproximadamente 1,80 metros de estatura, quien procedió a darle varios machetazos en todo el cuerpo a Ramos Suárez y luego salió caminando como si nada hubiese pasado, al parecer rumbo hacia el barrio Piedra de Bolívar. Del asesino se dijo que tenía una bermuda a rayas y un suéter blanco, el cual iba manchado con sangre. Con esas características, la Policía logró detener a un joven cerca del CAI de La Quinta, pero hasta el cierre de esta edición todavía se trataba de determinar si era o no el autor del crimen. Los comentarios Los comentarios sobre la víctima no eran los mejores, lo cual deja entrever que no gozaba de buena reputación en el sector. Algunos vecinos conversaban sobre los múltiples casos delictivos en los que presuntamente participara Ramos Suárez, y de sus continuas peleas con familiares. Otros alegaban que el sujeto participó en muchos en-frentamientos entre pandillas, y en muchas ocasiones fue detenido por la Policía por diversas situaciones. Con antecedentes Las autoridades confirmaron que Gélver Ramos Suárez tenía antecedentes penales por tráfico, fabricación y porte de alucinógenos, al igual que por hurto calificado y agravado. Comentarios de la gente señalan que al parecer en los últimos días Ramos ya estaba “quieto”, toda vez que se comprometió con una joven con quien vivía en el lugar de los hechos. La mujer no se encontraba en el lugar cuando fue cometido el homicidio, según vecinos. Ramos Suárez ni siquiera pudo ser auxiliado por tres mujeres que estaban en la residencia, quienes se encontraban en la parte posterior de la casa, y no se percataron en el momento, de que el asesino ingresó a la vivienda y degolló al joven.