Los asesinaron a balazos al llegar a sus sitios de trabajo

Asuntos relacionados con el narcotráfico y problemas derivados de una millonaria deuda. Bajo esas dos hipótesis, la Policía investiga los motivos que habrían llevado a la muerte al administrador del lavadero de autos Class Service, en Nuevo Bosque, Plutarco García Contreras; y a la mayorista de verduras en el Mercado de Bazurto, Deyanira Pineda Forero. Ambos fueron baleados por sicarios ayer en la mañana en sus sitios de trabajo. A Pineda Forero, de 35 años, le dispararon en el sector Las Ramplas, en Bazurto, a las 3:20. A García Contreras, de 38, lo asesinaron al llegar al negocio que era propiedad de un allegado suyo, a las 6:40. El coronel Hugo Casas Velásquez, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, asegura que en torno al crimen de Deyanira Pineda se indaga si fue ordenado por un prestamista a quien ella le debía dinero. “Ella le debía dinero a alguien que a su vez contrató a un tercero para cobrarle el dinero. Estamos investigando si la deuda fue el móvil de ese hecho”, manifiesta el oficial. Las autoridades también buscan establecer si el homicidio de Deyanira tendría relación con la muerte de otro mayorista de plátanos en Bazurto, Abelardo Pérez Medina, más conocido como Abelardo Plátano, quien fue baleado en similares circunstancias y también de madrugada el 19 de noviembre pasado. Sobre el asesinato de Plutarco García, el coronel Casas se limitó a informar que las primeras investigaciones apuntan a posibles retaliaciones por problemas de narcotráfico. Acababa de llegar Deyanira Pineda era oriunda de Boyacá y residía con su esposo en el barrio Martínez Martelo, cerca del Mercado de Bazurto. Sus colegas dicen que ayer, como de costumbre, llegó a las 3 a.m. al sector de Los Plátanos para descargar un camión de su propiedad. Estaba pendiente junto con su esposo de la labor que realizaban los coteros –cargadores de bultos- cuando un hombre se le acercó por la espalda y le disparó tres veces. La víctima recibió un balazo en la cabeza, otro en el pecho y el tercero en el tórax. Falleció mientras era trasladada al Hospital Universitario del Caribe. Testigos aseguran que el sicario corrió unos metros y subió como parrillero en una moto, cuyas características se desconocen. Vendedores de la zona precisan que el hombre que le disparó a Deyanira, a quien conocían en ese sector como “La Pirata”, era blanco y alto. En el sitio de los hechos, funcionario del CTI de la Fiscalía hallaron casquillos calibre 9 milímetros. Lo estaban esperando Plutarco García Contreras era oriundo de Punta Arena, una vereda en la isla de Tierrabomba. Desde hacía seis años administraba el lavadero Class Service, es una esquina de la transversal 51B con la Avenida Buenos Aires. Residía con su esposa y cuatro hijos en La Consolata, sector Paraíso. De allí, según sus familiares, salió a las 5:30 de la mañana, como normalmente lo hacía todos los días. De lunes a domingo, dice una de sus primas, trabajaba entre las 6 a.m. y 7p.m. Tras despedirse de su familia, Plutarco subió a su moto y se dirigió a su sitio de labores. Sus allegados creen que lo estaban esperando. Una vez llegó al lavadero, estacionó su moto frente a la entrada principal y abrió la puerta. Más atrás se le fue el individuo que le disparó seis veces a la cabeza con una pistola 9 milímetros. García Contreras murió en el acto. Residentes del sector aseguran que el asesino huyó hacía una calle cercana a la Carretera del Bosque. Allí subió a un automóvil Mazda, de color gris. Algunos testigos dicen que ese es el mismo carro que vieron merodeando el lavadero durante toda la semana. “Tiene que ser que lo estaban esperando, no hay otra explicación, porque si sabían de donde venía muy seguramente lo hubiesen seguido. Por eso la gente dice que vieron el carro pasar varias veces por el lavadero, le estaban haciendo la cacería”, cuenta una prima del difunto. Los allegados dicen que ignoran los motivos que rodean el crimen, que causó conmoción no sólo en Nuevo Bosque y sus alrededores, sino en Punta Arena, a donde Plutarco iba semanalmente para encontrarse con el resto de su familia y sus allegados.