Matan a administrador de finca y hieren a su mujer

Dennis Ramírez Doria está viva porque se hizo la muerta y porque por más de 8 horas resistió en el monte las dos heridas que con un machete le causaron en la cabeza. La mujer, de 54 años, permanece estable en el Hospital Universitario del Caribe. Ni los médicos creían su historia cuando la trasladaron en ambulancia de Santa Rosa de Lima a Cartagena, ayer a las 8:30 de la mañana. Dennis fue cortada en la cabeza y el rostro antes de ser lanzada atada de manos y amordazada a un barranco que está en lo más alto de un cerro entre las veredas Paiva y Tabacalito, área rural del municipio de Santa Rosa de Lima. Ella dice que permaneció inmóvil más de una hora. En ese tiempo, asegura, alcanzó a escuchar cuando tres hombres asesinaron a su marido, Freddy Fajardo Tatis, de 56 años. Los agresores, le precisó Dennis a la Policía, son los mismos que llegaron a su predio a las 8 p.m. y a quienes, incluso, atendió amigablemente con pescado frito, arroz y queso. “Por qué conmigo? Las amenazas que hace unos tres años hicieron salir a Freddy de esa zona en el norte de Bolívar serían las mismas que lo habrían llevado a la muerte. Así lo creen dos de sus hijos. Uno de ellos dice que Fajardo Tatis regresó a Paiva para administrar el predio de un hermano pese a las advertencias que le hizo su familia. “Sabemos que hace rato lo ‘vacunaron’, pero ahora no nos había dicho que tenía problemas”, manifiesta un hijo. Freddy, quien era oriundo de Montería, pasaba la mayor parte del tiempo atendiendo las reses y cultivos de dos de sus hermanos. Pocas veces visitaba a su compañera residente en el barrio 9 de Abril, entre La Pajarera y Zaragocilla. El martes, Dennis se trasladó a Paiva para pasar una semana con él. Ambos estaban en la única habitación de la casa de la finca cuando tres hombres armados con machetes tocaron a la puerta. Dennis le contó a sus hijos que Freddy trató de ser cordial con ellos invitándolos a pasar y sirviéndoles de comer cuando uno de ellos dijo que tenía hambre. Pasó más de una hora, recuerda la mujer, cuando los individuos los separaron. Freddy y Dennis fueron atados de manos y amordazados, y llevados a sitios diferentes. A él lo encerraron en el cuarto y a ella la trasladaron a orillas de un barranco. Allí, la atacaron a machetazos y la lanzaron al vacío. “Creyeron que estaba muerta, por eso se fueron a la finca”, le aseguró Dennis a sus hijos. Los sujetos regresaron a la casa y asesinaron a Freddy. Su mujer dice que alcanzó a escuchar cuando él les dijo que “porqué se metían con él si se había portado bien con ellos”. Después de eso hubo silencio en medio de la humedad en Paiva. Buscando ayuda Sólo cuando sintió que ya los asesinos no estaban, Dennis comenzó a buscar ayuda. Pese a las dos heridas en su cabeza, caminó hasta la finca más cercana. Allí no encontró a nadie, así que le tocó recorrer otros kilómetros en una vía poco transitable por el barro de la lluvia. Al cabo de unas dos horas se topó con un vecino. Con él se regresó a su rancho para buscar a Freddy. Dennis soportó nuevamente otros kilómetros en la trocha fangosa, pero desfalleció al ver el cadáver de su marido. La ayuda llegó casi al amanecer. En una improvisada camilla de palo trasladaron a la mujer hasta donde podía entrar una ambulancia. Primero la llevaron al Hospital Local de Santa Rosa. Allí le prestaron los primeros auxilios. A las 8:30 a.m. la remitieron al Hospital Universitario. La Policía y la Fiscalía se fueron hacia el sitio de la tragedia a las 9 de la mañana. Para llegar a Paiva primero tuvieron que recorrer varios kilómetros desde la vía de La Cordialidad, entre la entrada a Santa Rosa y Bayunca. Luego, caminar otros 5 kilómetros por un cerro que va al sector Tabacalito. Sólo pudieron retirar el cuerpo de esa zona a las 12:30 de la tarde. Después lo llevaron a la morgude Medicina Legal. Su familia dice que los restos de Freddy serán velados en 9 de Abril. Aunque no hay capturas, la Policía cree que hay datos suficientes para encontrarlos.